por la Dra Martha
Repka (*).
La
mediación es una actividad que tiende a facilitar el diálogo con
el fin de resolver disputas, partiendo de los intereses y
atribuyendo a los participantes del conflicto la toma de decisiones.
Con la mediación se produce un cambio de actitud haciendo hincapié
en la cooperación otorgando a las partes la posibilidad de reglar
sus relaciones futuras.
La
mediación es, por principio y sobre todo un proceso que va más allá
del contenido del conflicto que se pretende resolver. La mediación
es una alternativa a la violencia o al litigio, difiere de otros
procesos como el arbitraje o la negociación. La forma más simple
de definirla es como una negociación asistida.
"Proceso
mediante el cual los participantes junto con la asistencia de una
persona neutral, aíslan sistemáticamente el problema en disputa
tratando de encontrar opciones y llegar a un acuerdo mutuo que se
ajuste a sus necesidades" .
"Proceso
alternativo de resolución de conflictos".
"Proceso
de auto habilitación que enfatiza la responsabilidad de las
partes".
"Proceso
que permite identificar puntos de acuerdo" .
"Proceso
en que las partes tratan de diseñar acuerdos mirando al
futuro".
CARACTERISTICAS
DEL PROCESO DE MEDIACIÓN
Partiendo
de cualquier definición que intentamos se deduce que las características
del proceso de mediación son: la cooperación, la autocomposición
del conflicto, la economía del tiempo, dinero y energías.
La
mediación puede reducir el costo emocional del pleito porque las
partes tienen control sobre el resultado.
No
hay acuerdo a no ser que las partes lo deseen, reduciéndose la
incertidumbre del resultado. Las comunicaciones mejoran. El proceso
puede mitigar las tensiones, consolidar la comprensión y la
confianza y evitar la amargura asociada con la sentencia.
Asimismo
es voluntario, consensual e informal comparados con otros procesos.
Pone el acento en el futuro, está orientada hacia los problemas y
las metas.
Como
resultado del ello, una mediación puede lograr resultados más
creativos que otros procesos de resolución de conflictos.
Las
posiciones, intereses y necesidades son como un iceberg, donde lo
que generalmente vemos es su tercio superior y nos olvidamos de los
dos tercios restantes y de las muchas maneras en que pueden
permanecer. Podemos simplificar estos conceptos diciendo que las
posiciones son lo que afirmamos, los intereses son lo que deseamos y
las necesidades lo que debemos tener.
El
conflicto es un rasgo inevitable en las relaciones humanas.
El
conflicto es inherente al ser humano, a las comunidades, a las
organizaciones.
Muchas
veces el conflicto se tapa, se esconde o evita. Esto obedece a la
visión negativa que se tiene de él. Estos sentimientos seguidos se
expresan y manifiestan mintiendo, acusando, amenazando, aislándose
o con un comportamiento físico agresivo.
EL
LADO POSITIVO DEL CONFLICTO
Consideramos
que el conflicto es una oportunidad de cambio, crecimiento y
enriquecimiento. Todo conflicto debe adoptar un curso constructivo
por lo que deberá enfrentarse a él con recursos suficientes como
para que todos los implicados en él, salgan enriquecidos.
Se
le atribuye un valor destructivo y en la vida personal se lo
considera como un síntoma de debilidad; en lo familiar, como
fracaso o disgregación y en las instituciones que atenta contra sus
metas.
Los
seres humanos con frecuencia tenemos percepciones radicalmente
diferentes y nos cuesta trabajo comunicarnos en forma clara. Por
estos motivos, antes de comenzar a trabajar sobre el problema de
fondo, debe identificarse y solucionarse separadamente el problema
de las personas. Piensen en el conflicto como un problema común a
resolver de manera que las soluciones beneficien a todos los que están
envueltos en él. No discutan más de un problema a la vez, pues eso
crea más dificultades y no ayuda a encontrar soluciones
sustanciales.
Durante
el proceso aparecen tácticas, a veces conscientes a veces no,
utilizadas por algunas de las partes o ambas, que traban o
interrumpen el proceso. A modo enunciativo tengan presente: el
desaliento, la resistencia, las agresiones personales, la falta de
sinceridad, la inflexibilidad, las intenciones dudosas, ambiguas o pícaras,
echarle la culpa al otro de la situación, etc.
El
conflicto podrá resolverse de muchas maneras. Todo dependerá de la
creatividad que el mediador pueda despertar en las partes. Recuerden
que deberán trabajar sobre las necesidades prioritarias de cada
parte, que deberán tratar de satisfacerlas íntegramente o en su
mayor parte y deberán tratar de destacar el terreno común.
Una
de las estrategias a tener en cuenta es la realización de sesiones
privadas con las partes.
Cuáles
son mis opciones ante el conflicto: necesitará varias o por lo
menos más de dos. Deberá separara las partes de sus posiciones,
evaluar el costo del no acuerdo, contemplar la totalidad de los
problemas. Un error común es creer en una sola solución, si se
consideran múltiples opciones, se pueden crear nuevas posibilidades
y una de ellas quizás, satisfaga los intereses de una y otra parte.
Primero inventen y después evalúen. No se detengan ante aquellas
ideas que a primera vista parezcan descabelladas.
Muchas
veces las partes entran en una mediación en busca de un acuerdo y
estudian las alternativas solamente si las cosas van mal. Esto es un
error, sería útil analizar las implicancias de las diversas
decisiones o de las ventajas y desventajas de la existencia de un
acuerdo frente a la falta de acuerdo.
Es
un desprendimiento de la mediación judicial. Encontramos sus
antecedentes en EE.UU., Canadá y algunos países de Europa, donde
se recurre a ella para resolver conflictos en escuelas primarias,
secundarias y universidades.
En
Argentina la sanción de la ley 24.573, instituye la mediación
obligatoria (por 5 años, hasta que se instale como modalidad), ya
que en esencia es voluntaria, previa al litigio, para algunos
reclamos judiciales.
Su
utilización en el ámbito educativo la torna especialmente
apropiada. Dado que en la educación el entrecruzamiento de roles es
significativo (directivos, profesores, maestros, personal
administrativo, maestranza, alumnado, familiares y vecinos).
Existen
3 modelos de mediación:
En
Argentina se usa el modelo circular narrativo que sostiene que el
conflicto es una construcción, es decir que todos colaboran para la
construcción del mismo y partiendo de esta premisa, el conflicto se
puede desconstruir. Este modelo pretende la modificación de las
relaciones buscando un posible acuerdo. En Paz en Acción, estamos
convencidos que la mediación educacional solo puede ser concebida
desde una filosofía que enseña la no violencia, la justicia, la
cooperación y el respeto por los demás.
Nuestra
meta es que los niños y los jóvenes aprendan a valorarse a sí
mismos ya los demás, pudiendo encontrar caminos constructivos en la
solución de los conflictos, así como poder vivir en armonía con
los demás y con su entorno.
Así
como los jardineros preparan la tierra para sembrar, los mediadores
docentes deberán preparar el salón de clases como un ambiente
seguro y de colaboración que nutra la autoestima de todos los
estudiantes. Que los alumnos se conozcan y se respeten para que
cuando se presente un conflicto, puedan contar con las destrezas o
habilidades necesarias para solucionarlo de manera creativa, justa y
constructiva. Las conductas que favorezcan una actitud mediadora
deben absorberse a través y durante todos los procesos que
transcurren en el aula.
Si
usted quiere ser un mediador educacional, es muy importante crear un
clima de comunidad, confianza y cooperación con sus estudiantes.
Ellos deberán sentirse tranquilos y cómodos para trabajar en pos
de la integración.
(*)
Agradecemos al Lic. Ismael Roumie Moselli de la Administración
Roumie por la autorización a publicar esta nota que apareció en la
revista de su propiedad "Espejo de Bs As", Año II, Nº
16, de setiembre del 2000.
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