La crisis económica
Sólo
para argentinos: la historia sin fin...
La
noche del jueves 21 el Banco Central anunció, en un intento de
“reestablecer paulatinamente la confianza”, que reabre el mercado de depósitos
a plazo fijo sólo para pesos o dólares que no estén en el “corralito” a
un mínimo de 7 días y a tasa libre.
Si bien en el mismo Banco Central no suponen que quedarán
desbordados por la demanda de estas nuevas colocaciones están interesados,
por otra parte, en que aparezca una tasa de interés en el mercado para que no
sea sólo el valor del dólar el que paute la guía de formación de precios
de la economía. Esta institución advirtió que el destino de los dólares
que se reciban en concepto de los nuevos plazos fijos en esa moneda sólo podrán
ser destinados a la financiación de exportaciones.
Para evaluar la conveniencia o no de invertir en estas nuevas
colocaciones se deben tener en cuenta las perspectivas de inflación y la
tendencia en la cotización del dólar. Según un matutino porteño el ex
viceministro de Economía Miguel Bein, especuló que el mercado arrancaría
con una tasa que no debería bajar del 30% anual, teniendo en cuenta que esa
podría ser la inflación anual. Según la misma nota otros banqueros
directamente no quisieron arriesgar tasa: “Hoy
estamos en una situación especial, porque estamos cobrando créditos pero no
tenemos a quién darle (prestarle) la plata, porque hoy nadie es confiable”. Su queja es legítima porque con la
reprogramación de los vencimientos de los depósitos sucedieron dos fenómenos
simultáneos: los bancos pasan por una etapa de abundante liquidez y sus
clientes no.
En la redacción se nos ocurrió que estos mismos
clientes, que hoy no son confiables, podrían, gracias a esta nueva autorización,
recibir, por fin, un servicio de tipo realmente integral: mientras, en una
ventanilla tratan de pesificar a $1,40 parte de los fondos que le confiscaron,
en la otra podrían tratar de comprar los dólares a $2,10, según la tasa de
hoy, para que, en una tercera, pueda depositarlos en un plazo fijo a 7 días
para que el banco se lo pueda prestar a un exportador, por supuesto, a una
tasa de interés mayor. Todo bajo un mismo techo.