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Comunas de Buenos Aires Ante los plazos vencidos para crear las comunas en la Ciudad de Buenos Aires, que surgen de la Constitución Porteña Pequeñas Noticias, salió a entrevistar al Sr. Ricardo Guaglialnone uno de los creadores del llamado "Proyecto Villa Mitre" y director del medio El Adán de Buenos Ayres La historia de un hombre común que decidió asumir como forma de vida la participación El "Proyecto Villa Mitre" a fondo Un hombre que un día pensó: "En esto hay que meterse porque nos quedamos sin país" PN: ¿Quiénes armaron el "Proyecto Villa Mitre"? RG: El proyecto de comunas está armado desde hace dos años, lo armaron básicamente en el barrio de Villa Mitre y participaron unas 18 ó 20 personas. La idea fue realizar un aporte porque hay una cláusula constitucional del año 2001 que dice que tendría que haber estado la ciudad dividida en comunas... en pequeños barrios con gobiernos autónomos de vecinos. Nos pareció interesante. Como la clase política está tan desprestigiada y seguramente iban a sacar un proyecto que no iba a colmar las expectativas de los vecinos nos juntamos durante un año y estuvimos elaborando proyectos propios y es el único proyecto vecinal que está en la Legislatura. En primer lugar tomamos los proyectos que habían presentado los Legisladores en la Cámara Legislativa. Los analizamos y comparamos las ideas de cada uno (no había muchas diferencias). Básicamente era dividir las ciudades en base a las circunscripciones de los CGP y a partir de ahí empezamos a traer experiencias de otros países donde funcionan desde hace muchos años como el caso de Porto Alegre, Barcelona y de Madrid. Ahí empezamos a combinar experiencias más todo lo que se nos iba ocurriendo que podría facilitar una participación lo más directa posible de los vecinos en las comunas sin salirse del marco constitucional. Es decir, siempre la propuesta fue pensada para que estuviera dentro de la legalidad y presentarla como corresponde en la Legislatura. Una vez finalizado el trabajo que nos llevo más o menos 1 año elegimos llevarlo a distintos grupos de la ciudad donde se consensuaron una serie de ideas y se presentó en la Legislatura bajo el mecanismo de Iniciativa Popular. [Con este objetivo] se juntaron 4.150 firmas y se realizó la presentación formal en diciembre, por lo que adquirió carácter parlamentario. Ahora queda una etapa de 6 meses (porque el plazo de juntar firmas es de 1 año) para completar las 35.000 firmas. Empezamos la recolección de firmas unas pocas personas y ahora son 6 grupos en varios barrios.
PN: ¿En qué consiste básicamente el proyecto de ustedes, cuál son sus características? RG: Hay varios puntos centrales: uno proponemos la división de la ciudad en 20 comunas. Tomando los registros de población oficiales de la ciudad resultan ser poblaciones de entre 150 y 190 mil habitantes cuidando la integridad histórica y cultural de los barrios. Un caso concreto: Flores tiene 190 mil habitantes y puede ser perfectamente una comuna o en el caso de Caballito que tiene 198 mil habitantes puede ser perfectamente otra comuna ya que constituye una unidad histórica y cultural. Cada una de esas 20 comunas que son territorios grandes (porque 190 mil habitantes, si uno lo piensa fríamente, parece poco pero es la cantidad de habitantes que tiene una capital de provincia) son importantes para una participación homogénea. Nosotros proponemos que se divida en 10 circunscripciones, dentro de la misma comuna, para que los vecinos puedan elegir gente cercana a su domicilio para constituir lo que se llama Consejo Consultivo. Porque en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires dice que las comunas están constituidas por 7 jefes comunales, un cuerpo colegiado más 7 Consejos Consultivos por áreas, que son educación, salud, obras públicas, etc. Para la elección de los Consejos Consultivos Honorarios de Vecinos proponemos esa forma, que se dividan las circunscripciones y que se elijan gente cercana a los domicilios. Eso facilita, por ejemplo, que en territorios grandes una problemática de salud se vea reflejada en toda la comuna, no que un grupito de un partido político o de una asociación vecinal que se junta y formando una lista sábana o algo por el estilo se arrogue la representatividad de la comuna sin participación real... Ese es un punto. El otro punto es (no estamos de acuerdo ni estuvimos nunca de acuerdo con el tema de las listas sábana) que proponemos la votación de la Junta Comunal más los Consejos Consultivos en voto uninominal por área. Es decir que el postulante que se propone para salud, educación, etc. es elegido por los vecinos y tiene que ocupar únicamente esa función. No puede hacer ningún arreglo político, ni ir ni venir. También pusimos en la Ley como punto importante un nuevo artículo que numeramos como 73 que prohíbe entrar en cargos selectivos aquellos que tienen negocios con la ciudad. Por ejemplo en el caso concreto de Macri no podría haber sido candidato porque tiene relación directa (negocios directos) con la ciudad y para nosotros es un punto importante para que haya neutralidad en la función pública. El otro punto importante es que la Constitución habla de facultades concurrentes entre las comunas y el Gobierno de la Ciudad. En nuestro proyecto pedimos el 50% del presupuesto de la Ciudad distribuido en las comunas con una característica que es que se adjudiquen partidas presupuestarias más importantes a las zonas menos favorecidas para equilibrar un poco la situación demográfica o de carencias concretas. Y en ese caso para el otro 50% se crea un Consejo Intercomunal por área para discutir con el Gobierno Central las políticas generales. Por ejemplo un caso concreto: salud. En esta comuna por ejemplo el Hospital Alvarez no tiene tomógrafo. Ahora hay un grupo de vecinos levantando firmas para que el Alvarez cumpla con una ordenanza que por ser un hospital zonal tiene la obligación de tener un tomógrafo. Eso lo puede resolver la comuna pero las políticas generales de la Ciudad, las define en particular el Gobierno de la Ciudad. Nosotros pensamos que en eso también puede intervenir la comuna por las áreas. Por ejemplo el responsable de salud, de cada una de las comunas se reúne con la Secretaria de Salud de la Ciudad y discuten el plan global y eso en cada una de las áreas. Ese es básicamente el esquema. PN: ¿Hay otros proyectos que en estos momentos los vecinos están discutiendo por el tema de las comunas? RG: Hay una coordinadora de vecinos que está constituido prácticamente por grupos de distintas índole de todos los barrios de la Capital y que se juntaron desde octubre más o menos para oponerse a la sanción de la Ley que llevaba adelante Ibarra, Sandra Dosch y algunos legisladores porque no contemplaba ninguna participación vecinal, ni preveía ningún mecanismo de adjudicación de presupuesto. Era un fiasco. Esa ley no salió y estos grupos que actuaron en eso se conocieron y empezaron a organizarse y están elaborando en este momento algunos puntos de consenso para tener una voz en común frente al Ejecutivo y a la Legislatura. A decir verdad la mayoría de los puntos que se han consensuado corresponde al proyecto de los vecinos de Villa Mitre, que es el único [proyecto] vecinal. Para nosotros en buena hora.. Hay algunos aportes interesantes, por ejemplo de las Juntas Históricas de los barrios que tienen estudios muy serios para delimitar las comunas o por ejemplo gente de Lugano que propuso un fondo de reparación para los barrios más carenciados. En realidad el vecino participa y empieza a proponer cosas ya que conoce perfectamente la situación de los barrios a veces puede hacer propuestas mucho más interesantes que [las que hacen] los Legisladores que están en sus despachos y no tienen muchas veces idea de lo que pasa.
PN: ¿Vos sentís que en estos momentos el grado de participación de los vecinos en los diferentes proyectos de ustedes es el óptimo? RG: Está lejos del óptimo. Es más, si la gente no toma conciencia de que esta reforma política que se hace en la Capital Federal es súmamente importante y va a afectar la vida de todos los vecinos para bien o para mal, esta clase política que ha hundido prácticamente al país con defalcos terribles y negociados de todo tipo sobre todo acá en la ciudad, va a agravar la situación. El tema de [las] comunas es una oportunidad única para los vecinos de involucrarse en la "cosa" pública y ejercer una gestión o un control directo sobre sus propios impuestos. En estos momentos hay pequeños grupos participando, si bien es cierto que están en todos los barrios, son muy pequeños. Hay grupos de 20 o 30 personas que no representa para nada a los barrios pero si se logra que el Gobierno ponga en práctica una norma constitucional que es de antes de sancionar la Ley de las Comunas y dice que debe haber una difusión masiva para que los vecinos se enteren de la propuesta. puedan participar más tanto individualmente como con sus propios grupos. Lo que ocurre es que [los vecinos] vienen muy golpeados en el tema de participación. Primero [por la experiencia que pasaron] con las asambleas barriales que prácticamente expulsó a los vecinos comunes de la participación pero costeada por los partidos políticos y por los viejos militantes, etc quedando reducidos a pequeños grupos que no tienen ninguna influencia en nada. El otro punto es que cuando arrancó el Presupuesto Participativo que llevó adelante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires [en principio] también hubo una participación muy importante en los barrios (por ejemplo había reuniones de 400 vecinos en Villa Mitre) pero sin embargo como la propuesta fue engañosa ya que no había poder de gestión, no había información pública, no se decidía nada y era todo un juego de gato y ratón, finalmente la gente se fue a su casa muy decepcionada y descreída de todo... Otra parte [de la gente] ante un mínimo repunte en lo económico, empezó a entrar en un circuito más normal, por ahí se queda en la casa y ve pasar la vida por la televisión y no le interese lo que pasa en sus barrios. PN: ¿A vos cómo te surgió la idea de meterte en la "cosa pública", en las cosas que tienen que ver con la ciudad? RG: Me metí porque como a todos nos afectó el tema de... en realidad no fue el tema del 19 y 20 [de diciembre de 2001] del que todo el mundo habla. Yo 6 o 7 meses antes de que pasara todo eso veía que el país estaba absolutamente degradado, vendido. No solo los grandes dirigentes sino todos los que se llaman dirigentes intermedios no hicieron nada por la República. Yo vivo en un pasaje en Villa Mitre que es lindante a Flores o lindante a Paternal y a mí me vinieron a golpear vecinos míos para pedirme algo para morfar o 10 pesos para pasar unos días. Una situación terrible... Yo me dije: "Bueno, en esto hay que meterse porque nos quedamos sin país." En esa época se hablaba de la regionalización del país, de la división del país en 5 zonas... Me pareció terrible y entonces empecé primero sacando un periódico barrial, con el solo objetivo de decir "que estábamos en una dictadura económica y que Cavallo era un dictador porque eso no salía en ningún diario". Yo pensé: "Bueno... aunque sea que se enteren 1.000 o 2.000 vecinos que es un dictador pero que alguien lo diga". Y a partir de ahí se fue juntando gente en pocos grupos y salió en las sucesivas discusiones cómo veíamos la situación en los barrios y en general lo que veníamos sufriendo todos. Entonces se me ocurrió una propuesta que estuviera enmarcada dentro de lo legal y que aparte tuviera visos de cambios importantes... Era lo que la gente exigía en esos momentos... Se me ocurrió llevar adelante este tema de elaborar una Ley de Comunas Vecinal porque el problema de los vecinos, de los militantes, es que siempre protestan, van, hacen, marchan, rompen, pero en general no tienen ninguna propuesta salvo la queja o quejarse porque no están de acuerdo con lo que el poder hace o tratar de modificar cuando todo está en marcha. Acá la cosa para mí pasa porque los vecinos o la gente que se involucre tome la participación con ideas concretas y se juegue por llevarlas adelante. En realidad, estamos dirigidos por una clase muy mediocre que todavía está con el impacto de ese repudio público que sufrió hace 2 años. Entonces cuando ven que la gente se junta, que empieza decididamente a reclamar algo, lo piensan dos veces antes de seguir con sus historietas medio nefastas.
PN: Yo sé que el Gobierno de la Ciudad, aparte de descentralización va a reunirse con los vecinos para tratar de consensuar, discutir, hablar sobre las propuestas de los vecinos, ¿qué opinión te merece esto? RG: Concretamente creo que es una disputa de poder de la superestructura y lo que ellos hacen, para justificar sus cargos, es empezar a hacer estas reuniones de consenso que no se saben si van a seguir... Ahora hay un proyecto de plenario que se hace en febrero pero ellos ya dijeron que si no pueden seguir adelante con esto por ahí renuncian... porque no tienen el poder del Gobierno de la Ciudad son apenas una secretaría. Yo creo que es eso, es como los punteros de los barrios, no juntan gente, hacen un poco de escándalo para mostrarse y después negociar en mejores condiciones por la permanencia en los cargos o acceder a otros cargos. A mí me parece que los vecinos tienen que llevar adelante una propuesta independiente y usar todas las instancias, incluso ésta. ¿Quieren hablar? Bueno, bárbaro, tratemos de sacar lo máximo posible pero creo que la cosa está en fortalecerse en una propuesta propia y tratar de que se interese más gente. Si la gente no se interesa, cualquier proyecto va al muere. La única forma de los vecinos de llegar a imponer alguna idea es que se involucren. PN: En el aspecto personal ¿vos seguís con tu revista "El Adán de Buenos Ayres", cómo te va con eso? RG: Sí, yo edito un diario que por suerte tiene bastante prestigio en el barrio que es "El Adán de Buenos Ayres" y hace dos años que sale. PN: ¿Dónde se distribuye? RG: Se distribuye en Villa Mitre, en Paternal, en una partecita de Villa del Parque y una partecita de Flores. Es pequeño, tiene 4.000 ejemplares de tirada, no vivimos del diario. Sólo lo hacemos como aporte a la difusión. Sacamos temas por ejemplo como debates sobre trangénicos que no aparece en los diarios... Tratamos de buscar una noticia, aunque sea mínima, que no sale en los medios masivos y que es importante. Por ejemplo el tema de la soja trangénica o del monocultivo o las inundaciones de Santa Fé que tienen que ver con las plantaciones de soja, todos esos temas... Les buscamos la vuelta como para que la gente se entere de algo....
PN: Si del diario y de las comunas no vivís... ¿de qué vivís? RG: Si bien es cierto que estudié Ciencias Políticas y periodismo la situación me llevó a que uno en la Argentina se regala donde puede. Entonces armé un taller donde hago muebles e instalaciones de negocios por mi cuenta y de eso vivo. Hago un gran esfuerzo. Tengo mi trabajo, tengo mi pareja, así que estoy en la misma situación de todos. El tema es muy básico, si vos tenés amor por algo, si vos amás a tu país, si te dolés porque hay un 50% de gente por debajo de la línea de pobreza o cagándose de hambre, si realmente te dolés por eso y creés que con la participación lo podés modificar mínimamente, pero no te involucras, ese cambio no va a venir nunca. Yo tomé conciencia de eso, es más cuando empezamos con el tema de comunas varias veces quise dejar. No es que tenía la decisión de dejar, pero me dije: "qué quilombo!!!, hoy trabajé 11 o 10 horas, tengo un quilombo con la entrega de un trabajo o tengo que ir a tal reunión porque tengo que ir a discutir el tema del vecindario y sin embargo sacás fuerzas y... bueno voy. No iré un día pero irá otro del barrio y me informará. Pero hay una decisión profunda. PN: ¿Y cuáles son las satisfacciones? RG: Las satisfacciones yo creo dependen de la actitud que uno ponga en esto. Si te obsesionás y te creés San Martín, no creo que tengas muchas satisfacciones. Mi satisfacción es hacer algo comunitario porque en eso yo tengo algunas diferencia con otra gente que participa. Yo creo que vos vas a las reuniones con otros vecinos y otras personas porque mínimamente las querés, porque creés que en ese intercambio podes crecer. Crece uno y crece el otro, no es que vas a imponer una idea o a llevar tu verdad revelada para que el otro se constituya en un auditorio. Es un intercambio comunitario que enriquece a todos los que participan. Todos van aprendiendo en ese proceso y creo que esa actitud es una actitud que cada uno tiene... No es que yo lo logré, estoy en esa lucha interna de vigilar mi actitud para no pasarme de rosca, para no creérmela. Y creo que cada uno tendría que hacer un esfuerzo por ver qué ocurre dentro de sí. Te voy a decir algo, alguna gente habla de democracia participativa y habla tanto en las reuniones (por ejemplo en una reunión de 2 horas habla 50 minutos y pide la palabra 5 o 6 veces) que yo siempre digo que para esa gente parece ser que la democracia participativa empieza después de él: "una vez que me escuchen todos... ahí empieza la democracia participativa." |
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