Alquileres
Sueños
rotos
Más de 1
millón de familias tienen problemas para alquilar o renovar el contrato
de alquiler
El Sr. Enrique Wainfeld, presidente de la Asociación de Inquilinos de la
República Argentina, solicita al Estado que sancione normas urgentes que
faciliten los trámites para alquilar
Los contratos celebrados en los últimos meses acarrearían problemas
judiciales porque en ellos existiría una "indexación
encubierta" que está prohibido por la ley.
La Asociación
de Inquilinos de la República Argentina (AIRA), en la persona
de su presidente el Sr. Enrique Wainfeld, pide que el Gobierno
"extreme los recursos para sancionar normas urgentes y poner fin a
este drama social" y además propone desregular el mecanismo para
permitir una negociación más directa entre ambas partes. Este pedido
surge como consecuencia de todos los problemas que un inquilino debe
afrontar a la hora de alquilar un inmueble. Ante todo la oferta de
inmuebles para alquilar no es muy amplia, el posible inquilino debe
cumplir cada vez más exigencias tanto económicos como personales y
además -habiendo cumplido con todos los requisitos- tendrá que afrontar
el aumento del 20% en los alquileres que tuvo lugar en los últimos tres
meses.
La
desaparición de la oferta de inmuebles en alquiler, el aumento de
los requisitos que son de casi imposible cumplimiento, el aumento de
los precios que han trepado más de un 20% en los últimos 3 meses y
la prohibición de ajustar los valores de los contratos (Ley de
Pesificación 25.561) han logrado desesperar a más de 1 millón de
familias que componen la masa inquilina que no ven posibilidad de
prorrogar los contratos que ya tienen o de obtener uno nuevo. |
Enrique
Wainfeld cree que la desregulación "permitiría la negociación
entre las partes y en consecuencia que comience a surgir nuevamente la
oferta, que los precios locativos vuelvan a su cauce normal y que algunos
inmuebles -que por su estado calamitoso no son alquilables- puedan ponerse
en condiciones". Por otra parte, Wainfeld vaticina posibles
conflictos judiciales con los contratos celebrados en los últimos meses
debido a que establecen ajustes semestrales. El presidente de AIRA
explicó: "estos arreglos toman valores de mercado y podría tratarse
de una ‘indexación encubierta’ que está prohibida por la ley" y
también advierte que si el inquilino se niega a aceptar y pagar dicho
aumento podría ser motivo para que lo desalojen. Estos juicios se
incrementan día a día y la relación entre el locador-locatario se
fractura cada vez más.
Lo cierto es
que el problema los afecta a ambos: el inquilino sufre por la
imposibilidad de conseguir el alquiler de un inmueble para él y su
familia y el locador sabe que si su inmueble está cerrado por mucho
tiempo reduce drásticamente su renta.
De esta forma
ambos pierden
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