Ruidos
molestos provenientes de las columnas de distibución de agua
por
Francisco Conde Aramayo (*)
Es usual que en los
edificios se presente el problema de los ruidos provenientes de las
columnas de distribución de agua, sobre todo en horas nocturnas y
de descanso. Ruidos que se producen por el efecto denominado
"golpe de ariete": Cuando el fluido de una cañería desvía
bruscamente, o se corta el paso del mismo, la inercia hace que el líquido
tienda a subir hasta que se estabiliza. Si en la instalación
no se tomaron los recaudos necesarios o se realizó una modificación
posterior, puede ocurrir que al producirse el "golpe de
ariete" las cañerías vibren y se produzcan ruidos muy
molestos, parecidos al encendido de un motor o al golpeteo de una
pared. Incluso en horas nocturnas, cuando el uso del agua es mínimo,
la descarga de un depósito o la pérdida de una grifería pueden
provocarlo.
Este problema no tiene una solución global, sino
particular en cada caso. Daremos, por lo tanto, tres ejemplos con
sus posibles soluciones:
1.
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En algunos casos, la solución
puede consistir en la correcta fijación de la cañería con
materiales que amortigüen la vibración. Ej.: plomo, corcho, etcétera. |
2.
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Cuando la bajada de agua tiene
una velocidad mayor que la recomendada (1,5 metros por segundo) se
pueden colocar accesorios (cerámicas en espiral) en lugares estratégicos
de la instalación o válvulas reductoras de velocidad, para que el
corte o el desvío del líquido no sea tan brusco. Esta situación
se da cuando en la instalación no se tomó el recaudo necesario en
los diámetros de la cañería (a menor diámetro mayor velocidad) |
3. |
Cuando el desvío de la cañería
se torna brusco, como por ejemplo cuando se encuentra con una curva
a 90° el efecto de la inercia del líquido también provoca un
cambio brusco en la velocidad del mismo. Esto se rectifica ampliando
el radio de curva en los recorridos de las cañerías.
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Una aclaración importante: nuestra experiencia nos
indica que son frecuentes las situaciones de desavenencia entre
vecinos de unidades contiguas que se reprochan mutuamente por los
ruidos, sin saber que el origen de la molestia puede estar a nueve
pisos de distancia. La descarga del tanque de un inodoro o la
apertura de un grifo en el primer piso, puede hacer que la vibración
se sienta en el décimo piso. Este es un dato que conviene tener en
cuenta para actuar en forma inmediata y evitar que se lesione la
relación entre vecinos.
(*) Representante técnico
de la empresa "Servicio de Obras & Mantenimiento"
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