¿Cuáles
son tus objetivos para tus próximos cuatro años al frente de la
entidad?
El
día 30/04/22 se realizó la asamblea ordinaria y se designaron
nuevas autoridades tanto del Consejo Directivo como de la Junta
Fiscalizadora.
Mis
objetivos en realidad son los objetivos trazados desde este grupo
muy proactivo y dinámico que se ha conformado y que decidió
ratificarme en la presidencia de ADEPROH.
Sin
duda, hemos atravesado un episodio pandémico que puso a las
instituciones en una larga pausa, impidiendo la continuidad de sus
actividades. Paulatinamente, se fue retomando el curso de acción
institucional y nos encuentra frente a nuevos escenarios, nuevos
desafíos, a los cuales enfrentar de una manera nueva y contundente.
La
comunidad consorcial es una figura compleja con variados actores
entre los cuales pueden producirse situaciones conflictivas, las
cuales deben ser resueltas para mantener la paz consorcial. No
obstante, las hipótesis de conflicto se avizoran con firmeza.
Una
herramienta potente y robusta ha sido la capacitación de todos los
sujetos propios de esa comunidad. Aún en pandemia, ADEPROH
utilizando una plataforma telemática, pudo sortear el impedimento
que regía para la presencialidad. Se han dictado cursos básicos
con modalidad virtual para obtener el Certificado a presentar en el
RPA, y fueron acompañados con cursos de actualización de
matrícula.
Se
atendieron consultas de propietarios que atravesaban alguna
situación particular, como asimismo de administradores y de
consorcios, dando respuesta a cada uno de ellos.
Hemos
focalizado la importancia de crear el departamento de relaciones
institucionales que esté facultado a celebrar convenios de
colaboración y asistencia técnica con universidades, organismos
estatales, entidades privadas nacionales e internacionales.
Asimismo, fortalecer y establecer vínculos con los poderes
públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del Estado
Nacional, Provinciales y Municipales, con Colegios o Consejos
Profesionales y cámaras y O.N.G. del sector de la propiedad
horizontal y actividades inmobiliarias, organización sindical del
sector, compañías aseguradoras.
Incorporar
a la temática a abordar, las políticas de género y protección al
adulto mayor, es un desafío por delante, atento a las necesidades
de estos grupos vulnerables.
Resulta
necesario fortalecer un departamento de prensa, redes sociales y
difusión que permita a la comunidad conocer que en ADEPROH
encontrará una institución con profesionales dispuestos a buscar
soluciones.
Habrá
aparición en el transcurso de mi mandato de nuevas complejidades en
un momento social donde se visibilizan nuevos colectivos sociales y
sus problemáticas y donde ADEPROH podrá aportar su mirada.
¿Cuáles
consideras que son los problemas más importantes por los que
atraviesan los consorcios y los consorcistas?
Hay
problemas que son estructurales y que están presentes desde la
génesis de la propiedad horizontal (PH). Vivir a diario en una
comunidad trae consecuentemente problemas de convivencia por el uso
de áreas que son de propiedad común y todos los individuos no
tienen las mismas conductas hacia lo colectivo, asumiendo
comportamientos individualistas que colisionan con el colectivo
consorcio.
Las
antinomias que se presentan entre los propietarios, quien administra
y otro/as que residen en un edificio bajo PH es otro problema
donde suelen producirse enfrentamientos difíciles de conducir.
Entre
los problemas coyunturales, podemos citar el problema económico que
durante la pandemia se profundizó y demoró muchas soluciones que
debían implementarse para cumplir con la conservación y el
mantenimiento de los edificios y poder garantizar una vida
confortable.
Se
postergaron arreglos, cambios que querían llevarse a cabo, pero
ante la imposibilidad de reunirse en forma presencial y la demora en
regularse las asambleas virtuales, dio como resultado un estado de
alarma latente ante la demora de trabajos programados.
A
esto debemos sumarle que hoy, hay nuevas concepciones acerca de la
familia, por ej. la familia multiespecie donde los animales de
compañía son parte de la familia pero, sin duda, ello trae
aparejado un sinnúmero de roces mínimos a mayúsculos entre
quienes viven en comunidad.
La
incorporación a la vida moderna de la tecnología, reconociendo que
puede ser un aliado a la hora de encontrar soluciones, puede
también llegar a ser invasiva. La ubicación de una cámara de
vigilancia instalada con el objetivo de alcanzar mayor seguridad en
el edificio, puede ser requerida por algunos y desaconsejada por
otros. Ante el uso de un sinnúmero de artefactos eléctricos
hogareños que producen ruidos, más allá de los decibeles
permitidos, se suscitan conflictos por la poca tolerancia a los
mismos..
¿Cuáles
serían las soluciones a estos problemas?
Para
arribar a soluciones ante las problemáticas mencionadas, debemos
partir de comprender que la comunidad consorcial no se reduce a los
propietarios que toman decisiones a través del órgano asamblea,
sino que incluye al administrador que establece con los
administrados un contrato de mandato; al personal que se desempeña
en el edificio; a los proveedores; y a quienes residen como
inquilinos o bajo otra categoría. Estos actores deben procurar
mantener una buena relación de vecindad con las restricciones que
le son propias, y trabajar mancomunadamente para que esa convivencia
sea saludable.
El
aspecto económico, siempre subyace, y la recaudación de expensas
suele verse complicada, intentando, en muchos casos poner el foco
del problema en el encargado, que con sus paritarias suma costos; en
el administrador, que comienza a percibírselo como alguien que no
administra el patrimonio ajeno como debiera; o hacia proveedores que
han aumentado sus servicios con desmesura.
Ni
lo uno, ni lo otro. Se pueden revisar gastos, trabajando, donde lo
hay, desde un Consejo de Propietarios de manera colaborativa con el
administrador y buscando soluciones viables.
No
hay que olvidar que se vive en un colectivo y deben priorizarse las
soluciones para el conjunto y no para meros intereses individuales.