|
||||||||
Correo de Opinión La informalidad en Provincia de Buenos Aires por el Dr. Pablo E. Acuña Si bien es cierto que se han creado numerosas disposiciones que no atienden al bienestar de la comunidad consorcial, sino que son desmedidas ordenanzas que sólo encarecen sin sentido el valor de las expensas; también es cierto, con igual fuerza, el hecho de que la existencia de un vasto marco normativo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le ha dado a los habitantes de la Capital Federal una "gimnasia" suficiente para entender sus derechos y obligaciones respecto de los co-propietarios, los terceros y especialmente en relación al representante legal. Cuando eché raíces con mi familia por primera vez en un departamento en la zona de nuestro querido Caseros, grande fue mi sorpresa cuando recibí una hoja cuadriculada, fotocopiada, con anotaciones en lapicera e indigna siquiera de un registro de economía casera. Eso era un intento de una liquidación de expensas. Lamentablemente, muchos años después nos seguimos topando con aquellas desprolijidades, solo que a veces un poco más maquilladas con planillas Excel y algo de dedicación en el formato, aunque con la misma débil consistencia que la volcada entre las tachaduras de una birome. Lo
que padecemos en los distritos del Gran Buenos Aires es la
informalización de esta actividad, con un mercado plagado de improvisados
que entienden este servicio sólo como una entrada de dinero adicional. a) La falta de conciencia de los consorcistas acerca de la estructura necesaria que exige la profesionalización del servicio. Se rechaza (o no se concibe) todo patrón que no sea casero e informal; aumentando las pretensiones de saltear toda organización normalizada. No se toleran las estructuras organizacionales con reglas, procedimientos, departamentalización de sectores y otras condiciones que permiten un rendimiento profesional en el desarrollo del trabajo. b) Los honorarios absurdamente bajos, propios de quien tienen este servicio como una actividad secundaria. Lo cual no sólo contamina el mercado propiciado bajo la consigna de "contratar lo más barato", sino que desventaja a quienes poseen una estructura seria y profesional, los que deben comprender dentro de sus cotizaciones el sostenimiento de la organización que se ofrece. Esto es manifiestamente revelado en la distancia abismal respecto de los honorarios sugeridos de la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal. Los honorarios que se cotizan actualmente en el distrito y sus alrededores están una década atrasados de los que sugiere cualquiera de las entidades que nuclean a los administradores. c) Las consecuencias desastrosas para los consorcios. Dado que las exigencias de la actividad requieren tiempo y conocimientos que no son posibles menospreciar, los edificios se ven sumergidos en una serie de inconvenientes edilicios, legales y hasta financieros, devaluando el patrimonio de los propietarios y la calidad de vida de los habitantes. Instancia que impulsa (recién entonces) la evaluación de alternativas prudentes de administraciones profesionales que ya no se encuentran con un consorcio que administrar, sino con un incendio que apagar. En estos extremos, las medidas a tomar suelen ser antipáticas y poco populares, exponiéndose a un juicio totalmente inválido respecto a una gestión que no atiende a la puesta en marcha de una metodología operativa normal, sino planes de contingencia para "levantar los muertos" victimas de torpezas previas
|
|
|||||||
|
Pequeñas Noticias en las redes sociales con toda la actualidad: Twitter - Grupo de Facebook - Noticias en Facebook - Google + |
[ El contenido de este sitio -escrito, fotogáfico y artístico- está protegido por las leyes vigentes de propiedad intelectual - Queda prohibida su reproducción total o parcial -por el medio que sea- sin autorización escrita de Pequeñas Noticias ]
' ' '