"Nosotros"
Desde
siempre el ser humano tuvo necesidad de unirse a otros para lograr objetivos
que a cada uno por separado, le era imposible conseguir.
Nosotros
somos actores, en nuestro tránsito por la vida, con más de un rol al mismo
tiempo: somos ciudadanos en nuestro país, consumidores cuando compramos,
vendedores cuando estamos al frente de un comercio, trabajadores cuando
tenemos empleo y empleadores en nuestra empresa. En algunos casos somos
copropietarios en un consorcio y más tarde, ya en nuestra oficina,
administradores. En cada uno de esos roles vamos teniendo necesidades
que, de ninguna manera, nos es posible cubrir sólo por nuestros medios. Como
consumidores, necesitamos que los servicios y mercaderías que adquirimos
cumplan con normas de calidad y confección que garanticen nuestra inversión
y en algunos casos (como por ejemplo cuando adquirimos alimentos o
medicamentos) hasta nuestra salud.
Si somos comerciantes necesitamos reglas
claras y garantías de comportamiento de tipo nacional, municipal, financiero,
económico, etc... Cuando trabajamos, o proporcionamos empleo, necesitamos que
se cumplan las condiciones de trabajo pactadas. Y así, hasta el infinito...
Siempre somos parte de un grupo que, de alguna manera, nos defiende de lo que
solos, por nuestra cuenta, no estamos en condiciones de hacer.
Los administradores están agrupados en diversas instituciones cuya
misión es defender los intereses de sus asociados frente a los organismos del
estado, asesorar, enseñar y en términos generales regular la profesión. Un
administrador solo no puede cubrir todas esas tareas con la fuerza necesaria
que hace falta para tener éxito.
Los
ciudadanos delegamos en un grupo de otros ciudadanos que conforman
instituciones y que, en conjunto, denominamos estado, el poder suficiente para
representar nuestros intereses tanto puertas adentro como frente al mundo.
Así
se arma el proyecto de un país.
El
que soñamos todos juntos como nación y encargamos a nuestros representantes
que cumplan. Pero no se nace sabiendo llevar adelante un proyecto común.
Todos somos distintos y, en aras de poder llevar adelante un proyecto común,
tenemos que aprender a disimular aquellas diferencias que no son importantes
para el logro del objetivo y destacar las coincidencias que lo adelantan.
Tenemos que aprender a pensar en términos de incluir y no de restar. Tenemos
que aprender a sentirnos parte de algo y no una individualidad por encima de
todo. Tendremos que pensar si las críticas que vamos a verter son esenciales
para poder llevar adelante el proyecto o siembran la duda, la discordia y
restan voluntades.
Tendremos
que aprender a participar, a comprometernos, a arriesgarnos y a valorar
a quienes lo hacen en pos de objetivos que nos parecen nobles...
La
noche del miércoles, cuando la gente común, sencilla, de trabajo, clase
media alta, baja, trabajadora o desocupada bajó a la calle para, pacíficamente,
expresar su descontento, sin fijarse en el partidismo político, el color, la
religión o la condición social de su vecino, se conformó un NOSOTROS y
cuanta más gente se sumó más poderoso e importante fue su mensaje.
El
NOSOTROS nació de la PARTICIPACIÓN.
Y
si NOSOTROS participamos, cada uno desde su trabajo, su actividad o su área
de interés, con sus ideas particulares, con su manera de ver e interpretar la
realidad, haciendo cosas, discutiendo o promoviendo ideas podemos lograr
objetivos tanto o más importantes que los logrados en los días subsiguientes
al “cacerolazo”.
Podemos
crear un país más justo, más rico, en donde sus ciudadanos se sientan
protegidos y seguros y donde nos podamos sentir orgullosos de pertenecer a él.
Alguien,
hace ya muchos años, me dijo que uno de los muchos significados de la Navidad
es el amor al prójimo. Así que esta Nochebuena quiero brindar por NOSOTROS: todos
aquellos que juntos hacemos, formamos o nos sentimos parte de algo.
Para
todos NOSOTROS ¡¡¡ FELIZ NAVIDAD !!!
Claudio
García de Rivas