EL
CONSEJO DE FAMILIA Su
Función en la Empresa Familiar y cómo iniciar uno. Ernesto
J. Poza Valle El
Consejo Familiar es un organismo que reúne todos los miembros de la familia
empresarial. Estos miembros pueden ser gerentes o directores en la empresa y/o
propietarios y/o solamente miembros de la familia
propietaria. Pueden ser parientes, o miembros de la familia sin tener
acciones ni jugar un papel administrativo en la empresa. O pueden tener
acciones pero no ser activos en la gerencia o dirección empresarial. En una
empresa familiar de primera etapa, en la que el fundador controla la empresa,
se consideran miembros de la familia: su esposa, sus
descendientes directos (hijas e hijos) y las personas con quien éstos
se han casado. De haber nietos mayores de 18 años, el Consejo Familiar a
veces incluye a éstos también. En
una empresa familiar de segunda etapa, donde el control empresarial reside en
un equipo de hermanos y hermanas en sociedad (empresa fraternal) el Consejo
Familiar usualmente incluye a los socios (algunos aunque dueños de acciones
pueden estar activos en la empresa), y los descendientes de cada uno de estos
socios activos y no activos en la empresa. Como ya nos podemos imaginar, para
una tercera o cuarta generación, cuando la empresa familiar ya es una empresa
de primos, el número de parientes que califican para ser miembros del Consejo
Familiar puede llegar a un centenar. Aunque
esta situación requiere diseños de agendas y técnicas de grupo y de
reuniones mucho más sofisticadas, conozco empresas familiares de esta índole
que exitosamente reúnen a su Consejo Familiar. De esta manera mantienen a
todos los miembros de la familia con lazos a la empresa bien informados,
involucrados y por lo tanto comprometidos tanto con la empresa como con la
familia empresarial multigeneracional. Función
del Consejo Familiar Al
igual que el Directorio o Consejo de Directores/Consejo de Administración, el
Consejo Familiar existe, primordialmente para asegurar la continuidad de la
empresa familiar. Un estudio reciente basado en la encuesta de empresas
familiares de Gallup y Mass Mutual descubrió que la existencia de un
Directorio con externos y la frecuencia con que la familia dueña se reúne
son dos de los factores que contribuyen a la continuidad empresarial. El
Consejo Familiar reúne a la familia y juega un papel único en lo que
respecta a esta familia y su propiedad. En
una empresa latinoamericana dirigida por la tercera generación, los miembros
de toda la familia descendientes del fundador, llevan seis años reuniéndose
dos veces al año. En estas reuniones, los hermanos, hermanas, primos y primas
llegan a acuerdos sobre políticas para el ingreso de miembros de la siguiente
generación a la empresa. Definen prioridades de inversión para la familia
dado los activos que controla, muchos de los cuales no están vinculados a lo
que resultan los negocios operativos en esta generación, redactan y revisan
los acuerdos entre accionistas que especifican la fórmula mediante la cual
las acciones pueden pasar de unas manos a otras dentro de la familia
empresarial y brindan el apoyo necesario
a uno u otro miembro de la familia con alguna necesidad en base a alguna
crisis o enfermedad. También fijan la fecha de reuniones, viajes y fiestas
familiares, resuelven o por lo menos discuten desacuerdos
dentro de la familia que requieren solución, fijan políticas sobre el
papel que juegan los hijos políticos en la empresa familiar y desarrollan la
constitución familiar. Esta hoy guía el comportamiento entre parientes y
ayuda a desarrollar el trabajo en equipo entre los que pasarán a ser socios
de la siguiente generación. Resulta
esencial para la continuidad de la empresa familiar el que haya vehículos
para comunicar ampliamente los planes de la empresa y de la familia
propietaria. Como este vehículo, el Consejo Familiar también ayuda a lograr
el compromiso, especialmente de accionistas no activos en la gerencia o
dirección de la empresa, para con el futuro de la empresa familiar. Todas las
investigaciones acerca del comportamiento humano nos revelan, que las personas
tienden a apoyar aquello que ayudan a crear o construir. O sea, que además de
informar, comunicar y educar a los miembros de la familia no activos en la
empresa, el Consejo Familiar puede, a través de su
involucración de parientes con acciones pero sin el rol ejecutivo o
gerencial, asegurar un mayor compromiso con el futuro de la empresa. Cuando,
por ejemplo. se discuten dilemas como el de reinvertir mayor capital en la
empresa para lograr una revitalización estratégica, en lugar de declarar el
mismo dividendo que siempre se ha declarado en el pasado, el Consejo está
haciendo su labor estratégica. Labor que resulta esencial para retener las
ventajas competitivas innatas de la empresa familiar que tan frecuentemente se
derrochan durante la sucesión generacional. Pero
igual que se discuten tópicos para la empresa, el Consejo Familiar es el
organismo ideal para discutir los planes de los miembros de la familia: ya
sean los planes de carrera, de arranque de otras empresas, de manejo del
patrimonio o del beneficio familiar, o planes familiares para beneficiar a la
comunidad o comunidades en que opera la empresa. Las empresas familiares, vía
de sus fundaciones y el liderazgo de organizaciones benéficas, son
reconocidas por su apoyo de estas organizaciones y dependen del Consejo
Familiar para redactar las políticas que guían esta actividad. El
Consejo Familiar es también un organismo muy apropiado para considerar los
sentimientos de los distintos familiares en sus distintas etapas de la vida.
Resulta ser algo así como un oasis familiar para la discusión, de cualquier
tópico relevante a la salud de la familia empresarial y la salud y éxito o
madurez de cada uno de los miembros. En
ausencia de un Consejo Familiar, miembros de la familia muchas veces exigen un
papel u otro, ya sea en el Directorio o Consejo de Administración o en la
empresa aún cuando la lógica empresarial parecería dictar que no jugaran
tal papel. Tanto
por razones emocionales de sentirse involucrado como por razones prácticas de
sentirse bien informado sobre la base económica familiar, en la ausencia de
un Consejo Familiar las infracciones de la frontera entre familia y empresa
usualmente aumentan, y en general, estas infracciones llevan a una mayor
confusión entre los que son tópicos apropiados para ser tratados por la
familia y los que definitivamente pertenecen a la empresa y deben ser
discutidos y decididos dentro del marco empresarial. Relación
con la Junta de Directores o Consejo de Administración El
Consejo Familiar tiene una función básica: el promover mayor comunicación
entre los accionistas familiares, ya estén o no activos en la gerencia de la
empresa. También funciona como el mecanismo esencial para desarrollar políticas,
estrategias y compromisos familiares para con la empresa. Estas políticas o
lineamientos que reflejan los valores o prioridades de la familia propietaria
deben entonces, ser comunicados a la Junta de Directores o al Consejo. Pero
aunque el Consejo Familiar constituye la voz de la familia accionista ante el
Directorio, es bueno enfatizar que no debe, mediante esta función, interferir
innecesariamente con la función del Directorio, cuya responsabilidad
primordial es con la empresa y su continuidad. Conozco, por ejemplo, una
empresa latinoamericana con una gran reputación mundial, cuyos accionistas
utilizan el Consejo Familiar para dar instrucciones al Directorio del Grupo
Familiar. El resultado es que tanto la alta gerencia como los directivos de
esta empresa han visto recientemente que estrategias para el crecimiento de la
empresa implementadas hace una década, están ahora siendo anuladas o
reemplazadas por estrategias muy diferentes debido a que hoy por hoy la
familia propietaria las considera financieramente muy arriesgadas. El
Consejo Familiar puede y debe comunicar la opinión de los accionistas, pero
la labor estratégica de la empresa debe quedar en manos de la alta gerencia y
la Junta de Directores o Consejo de Administración. La
presencia de varios accionistas importantes en el directorio asegura
que la voz de los accionistas será considerada por los miembros directivos en
sus deliberaciones. El
Retiro Familiar es el Primer paso en la Formación de un Consejo
Familiar La
mejor manera que conozco de iniciar un Consejo Familiar es mediante la
realización de un retiro familiar. En esta reunión de 2 ó 3 días se crean
los cimientos para un Consejo Familiar efectivo y duradero. Aunque la
agenda específica de esta reunión variará de familia propietaria, a
familia propietaria, en general, este retiro incluye un repaso del pasado, de
la historia de la familia empresarial. Conozco familias que han organizado
colecciones de fotos, han creado videos y escrito varios capítulos sobre la
familia en preparación para este retiro. La agenda, por lo general, también incluye la redacción de una misión o propósito familiar, que discute las prioridades de la familia, algunos de sus valores o filosofía y principios para con la empresa familiar. Algunas familias propietarias, especialmente aquellas que están manejando un período de transición entre generaciones, encuentran
útil
el desarrollar una visión para la familia propietaria en relación a la
empresa en su período postsucesorio. En ésta especulan la forma en que se
está dirigiendo la empresa; si como equipo de Socios, o como empresa de
empresario fundador pero con un grupo de accionistas no activos. O discuten
los resultados financieros y de mercado y el crecimiento que se está
evidenciando en la empresa. Este
primer retiro usualmente incluye una o dos sesiones de aprendizaje, ya sean
sobre el tópico de empresa familiar o sobre dinámica familiar. En algunos
casos, accionistas activos en la gerencia han dirigido una sesión que
comunica a los accionistas no-activos en la empresa la posición competitiva
de la empresa, sus planes de mercado, sus nuevos productos, el tipo de
crecimiento que ha registrado, muestras de promociones o anuncios utilizados,
premios o reconocimientos recibidos, etc. y los accionistas no-activos por su
parte han, en ocasiones, hecho presentaciones sobre la que ellos están
haciendo fuera de la empresa familiar, y sobre sus expectativas como
accionistas de los gerentes y directores de la empresa. En otras ocasiones he
visto que resulta útil una o dos sesiones de información sobre la empresa y
sobre la situación financiera tanto de la empresa como de la familia
propietaria. El
primer retiro finalmente desarrolla las expectativas que hay sobre este
organismo llamado Consejo Familiar y la agenda de tópicos a ser tratados por
el Consejo durante el próximo año. Antes de la clausura se llega a un acuerdo
sobre las fechas para la próxima o próximas reuniones y se evalúa la
utilidad del retiro para los miembros de la familia. Tópicos que frecuentemente se escogen para ser tratados por el Consejo durante su primer año incluyen:
El
Rol del líder o los Líderes Familiares En mi experiencia, tanto el padre como la madre de la familia que es hoy propietaria de una empresa familiar exitosa, independiente del papel que juegan o dejan de jugar en la empresa, se hacen responsables por el inicio de un Consejo Familiar. En algunas ocasiones,
un
hijo o hija en posición de liderazgo empresarial, toma la iniciativa por este
organismo. En estas situaciones, resulta esencial que los líderes de la
jerarquía familiar, el padre y/o la madre tarde o temprano, tomen la
responsabilidad por ser los patrocinadores y promotores del Consejo Familiar. Si
bien es cierto que el Consejo Familiar repercute importantemente en el Grupo o
empresa familiar y en sus probabilidades de lograr una sucesión exitosa, el
Consejo es una actividad familiar que tiene que ser liderada por la jerarquía
natural familiar.
La planificación del primer retiro familiar que inicia al Consejo Familiar
debe estar en manos de estos líderes familiares, aún cuando miembros de la
siguiente generación puedan hacer muchos de los arreglos y preparativos. Los
líderes familiares deben de ser los que desarrollan los objetos para la reunión,
discuten la agenda y llegan a un acuerdo con el consultor/facilitador de cómo
se van a manejar y hacer las cosas. Porque
es esencial que lo que se trate en el Consejo Familiar sea apoyado con
confianza por el padre y la madre de la familia empresarial, tienen
que ser ellos los que
llegan a estas reuniones con mucha claridad sobre lo que quieren lograr y lo
que será beneficioso y no para los miembros de la familia. En muchas
ocasiones, ésta es una oportunidad para que la esposa del fundador (reconozco
que hay un número creciente de mujeres fundadoras; sin embargo, el mayor número
de en los que he sido asesor, es el padre el fundador y empresario) ejerza un
liderazgo en pro de la unidad y
armonía familiar. Esta armonía es un activo muchas veces en desgaste, debido
a las demandas que la empresa y sus clientes hacen de los hijos, hijas, y/o
primos que trabajan a diario en la empresa. El
Rol del Consultor El
Consultor de empresa familiar tiene como responsabilidad primordial en el
Consejo Familiar y su primer retiro, el de ser facilitador del proceso o dinámica
familiar. O sea que debe jugar un papel importante en fijar la agenda final de
la reunión y en discutir con los líderes familiares y los miembros de la
siguiente generación que van a estar en asistencia, sus expectativas y
preocupaciones ante la reunión. También debe ayudar, mediante observaciones
y técnicas grupales y de comunicación a que las comunicaciones y
conversaciones sean claras y completas. Que incluyan sentimientos y no sólo
pensamientos y planes y que sobre todo sean sinceras y que por su honestidad y
respeto hagan un depósito en la cuenta bancaria emocional de la familia
propietaria. Esta cuenta tiene que tener suficientes depósitos como para
poder afrontar los retiros y cargos contra la cuenta que hará la familia en
sus períodos más difíciles y conflictivos. La continuidad empresarial
depende de una buena sucesión, y no conozco sucesiones fáciles ni familias
que no hayan tenido que afrontar dificultades en el proceso de llegar a lograr
la continuidad empresarial a través de las generaciones de la familia
propietaria. Así que le recomiendo, estimado lector, que invierta en el arranque de un Consejo de Familia y solicite la ayuda de un profesional con experiencia en el arranque y mantenimiento de consejos familiares. Los intereses, derivados de los depósitos que así haga en la cuenta emocional bancaria de su familia propietaria, serán fuente de orgullo y armonía familiar.
Publicado por cortesía de: Revista - Publicación Semestral del Instituto Argentino de Empresas Familiares - Número 2 - Año II - Uflo Editorial - Universidad de Flores |
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