Para
proteger a los propietarios y controlar la actividad, los diputados siguen
avanzando en el Proyecto del Registro de Administradores al que le falta más de
lo que tiene, propicia la concentración y fomenta la actividad en
"negro".
Como adelantáramos en forma
exclusiva en nuestro último boletín, está a aprobarse el proyecto de ley "Registro
Público de Administradores de Consorcios de Propiedad Horizontal".
Este, luego de recibir despacho Nº 1935 de la Comisión de Legislación General
y bajar al Recinto para su aprobación, recibió observaciones de los diputados Abel
Latendorf (Piquete Socialista), Marta Oyanarte (Bases y Punto de
Partida), Miguel Doy (Forja 2001) y Alicia Pierini (Bloque
Justicialista). Siendo así el proyecto debió volver a la Comisión para ser
tratado por sus asesores. El pasado martes 3 debatieron largamente, entre otros
puntos, sobre el traslado del costo del seguro de responsabilidad civil que por
errores u omisiones deberá contratar el administrador. Este debate se origina
en la observación del legislador Miguel Doy sobre que estos valores no
deberían ser trasladados al consorcista. Este legislador, por otra parte,
también solicitó que se defina claramente cuál es el destino de los fondos
recaudados por el Registro en conceptos de multas. Sobre este punto el debate
giró en torno a dos posiciones claramente marcadas, mientras algunas opiniones
eran propicias a la reinversión de esos montos en el mismo Registro otras
preferían que se destine a Rentas o Fondos de Cooperativas.
Tanto Alicia Pierini como Abel
Latendorf coincidieron en destacar que en el proyecto no hay mención alguna a
la capacitación como condición para registrarse como profesional de la
administración. En el momento de tratar este tema se acordó que la
observación no está alineada con el espíritu del proyecto.
Entre otras observaciones del recinto
solicitaron que se incluya en el registro a los administradores de countries,
cementerios privados y complejos habitaciones que, como todo el mundo sospecha,
no existen en la ciudad de buenos Aires. Sin embargo estarían contemplados, a nivel nacional, por el proyecto de reforma del Código Civil, que tiene
media sanción de Diputados, como "nuevas figuras de dominio".
El debate de fondo
Como tema central se debatió sobre
la inclusión o exclusión de aquellos aspirantes que hubieran sido condenados
por delitos dolosos. Punto que ya no aparece en el artículo 5 del proyecto de
ley reformado que trata sobre quienes no pueden acceder al registro.
Todos los asesores convinieron en que
el registro a crearse no podrá brindar información a los propietarios sobre
los antecedentes penales de sus empadronados por cuestiones básicas sobre el
derecho a la privacidad. Algunos sostuvieron que es suficiente que en el
certificado que expida el Registro al administrador figuren sus antecedentes
penales. Un pedido muy interesante que se realizó, aunque rechazado, fue
incluir la exigencia de presentar dicho certificado ante los organismos de la
ciudad para cualquier trámite a realizar en nombre del consorcio. Se argumentó
que cualquier consorcio que quiera contratar un administrador debe solicitar la
constancia de registro ante la Ciudad aunque no sería obligatoria y queda a
libre criterio del requirente.
Sobre este tema quedan aspectos que
generan muchas dudas sobre la efectividad del control que intenta establecer
este Registro. Entre otras posibilidades un administrador que trabaja una
cartera de consorcios determinada podría ingresar, en determinado momento, por
delitos cometidos al padrón de Reincidencia y Estadística Criminal y, si bien
se le dificultaría notablemente la posibilidad de ser contratado por nuevos
consorcios, los actuales no se enterarían de la nueva situación procesal del
administrador.
Otro tema poco claro es la falta de
voluntad de exigir el certificado que emitiría el Registro a los
administradores en todos los trámites que éste deba hacer ante cualquier
organismo de la Ciudad. Esto le dejaría todo el peso del control del
cumplimiento de la ley al propietario que sería el que terminaría regulando la
actividad. Por otra parte daría lugar a la creación de un importante mercado
negro de administradores "no registrados" que podría trabajar
apoyados en una importante quita en sus honorarios. Lamentablemente este mercado
negro estaría compuesto de aquellos que no pueden ofrecer un mínimo de
garantías.
Lo que no se trató
El diputado Abel Latendorf, en su
momento, cuestionó este proyecto aseverando que producirá una concentración
de empresas administradoras de consorcios. Aparentemente plantea que sólo las
grandes empresas podrán cumplir con los requisitos que les impondría la ciudad
quedando las más pequeñas en situación desventajosa para poder ejercer la
profesión. Esta situación añadiría argumentos a la sensación de que se
estaría abonando el terreno para la conformación de un importante mercado
negro.
De ser así y quedar menos
administradoras con capacidad operativa es de suponer que la competitividad en
este mercado decrecería y esta nueva situación se reflejaría directamente en
los precios que los propietarios deberán pagar en concepto de honorarios.
Lo que sigue
Al día siguiente de la reunión de
asesores se debió haber tratado el proyecto corregido por los diputados de la
Comisión que se suspendió por falta de quórum para el miércoles 11 de este
mes. Ante nuestra consulta la Directora de la Comisión de asesores de
Legislación General y del Trabajo, Dra. Marcela Lozardo, asesora de el diputado
Alberto Fernández (Bloque Justicialista), nos comentó que por existir cláusulas
punitorias en el proyecto este, luego de ser tratado por diputados, deberá
pasar a la Comisión de Justicia para su tratamiento y luego de su despacho
bajará al recinto para su aprobación. Estimó que todo el proceso demandará
no más de un mes si no surgen asuntos de mayor prioridad en la legislatura.