Ley
de Accesibilidad
Acceso
sin barreras
La
sanción de la Ley 962, que modifica el Código de Edificación de la Ciudad de
Buenos Aires para tener en cuenta el acceso físico a lugares públicos y
privados por parte de personas con movilidad reducida, generó dudas e
incertidumbres a sus beneficiarios sobre la factibilidad de su implementación y
angustia a los castigados bolsillos de los consorcistas.
"Esta
ley es una herramienta imprescindible para que esta ciudad tenga el
compromiso conjunto de su sociedad en el sentido de permitir una correcta
accesibilidad a cada uno de los que la habitan.
" |
Haciendo historia
El
proyecto de modificación del Código de la Edificación que, según el Presidente de la Comisión de
Planeamiento Urbano de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires Dr. Rubén
Campos, comenzó
allá por los años 1993 y 1994 y que, desde el año 1995, viene siendo tratada
en los distintos fueros parlamentarios de esta ciudad, tanto en el ex Concejo
Deliberante como en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, fue presentado por los diputados Cristian Caram
(UCR.), Raúl Puy (socialista) y Ricardo Busacca (Popular Cristiano). Habiéndose
dejado afuera, según el Sr. Raúl Guinzburg, que es miembro de la REDI (Red en
Defensa de los Derechos de Personas con Discapacidad) e integrante del Consejo
Consultivo Honorario del CGP 7 (Centro de Gestión y Participación de la Ciudad
de Buenos Aires) en el área de salud, a Fundación Rumbos y Redi-Red por los
Derechos de las Personas con Discapacidad quienes pusieron el máximo esfuerzo
en impulsar la Ley. En una entrevista
con Pequeñas Noticias profundizó esta idea expresando que: “Fundación
Rumbos es la promotora de esta ley, ellos hicieron el proyecto y todas las
organizaciones hicimos un borrador y se llevó a la Legislatura, para que se
contemplara la accesibilidad en los edificios públicos y privados.”. También
aclaró que la ideóloga del proyecto fue la arquitecta Silvia Coriat que es
responsable de accesibilidad de Fundación Rumbos e integrante de la Comisión
de Discapacidad de la REDI-Red por los derechos de las personas con
Discapacidad.
Nos
toca a todos
La
Arquitecta Estela Díaz Williams incluye a aquellos que se sienten ajenos
a la problemática
“
Una persona con movilidad reducida puede ser inclusive una persona mayor.
En la Ciudad de Buenos Aires tenemos alrededor del 20 % (por lo
menos esto era en los años 80, ahora debe haber crecido esta cifra)
de la población mayor de 65 años. Es una población envejecida
parecida a los europeos y la única manera de que la gente siga viviendo
en sus casas es que el edificio sea seguro en cuanto al transitar de esa
persona mayor. Es decir que le permita entrar sin
riesgo porque la escalera es resbaladiza o que el pasamano esté
ergonómicamente adaptado a la mano, que no se canse si tiene problemas
cardíacos y que si eventualmente usa una silla de ruedas la persona que lo
ayuda no tenga que ser “ Tarzán ” para levantarla en algún escalón
o para ingresar en el ascensor.”
(*)
Arquitecta, FADU, UBA - Gerontóloga, Escuela de Salud Pública, Facultad
de Medicina, UBA - Master en Integración de Personas con Discapacidad,
Salamanca. Ejerce como profesional en una Obra Social y en forma privada.
Realiza asesoramientos y proyectos en las áreas de Salud, Discapacidad y
Tercera Edad. Integra el Sub-Comité de Accesibilidad al Medio Físico de
IRAM.
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Sobre
este tema también consultamos a la arquitecta Estela Díaz Williams
que colabora como voluntaria en la Fundación VITRA
(Fundación para Vivienda, trabajo y Capacitación del Lisiado) que nos contó
que: “hasta ahora dentro del Código (de Edificación de
la Ciudad de Buenos Aires), lo que más facilitaba la accesibilidad era todo lo
que tiene que ver con los medios de salida exigidos por bomberos, pero no era
por una cuestión de accesibilidad a personas con movilidad reducida sino por
una cuestión de riesgo ante una emergencia. En estos casos estaban medianamente
normatizados los anchos de los pasillos o las salidas pero no como libre acceso
sino por seguridad”.
Hasta
este momento sólo existía, desde el año 1981, una Ley Nacional de Discapacidad
que con el Nº 24.341 preveía condiciones de accesibilidad para personas con
capacidades diferentes. La arquitecta Williams puntualizó que: "con
la
ley nacional cuando la gente tiene algún problema de accesibilidad tiene que
recurrir a un juicio para que se cumpla. En cambio al estar incluido dentro del Código
(de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires) es directamente una norma que hay
que cumplirla desde la presentación de los planos de un edificio.”. Ampliando,
a continuación, que para la nueva ley que modifica el Código de Edificación: “
lo más importante son los lugares de circulación que tienen que poseer las
medidas donde una persona que tiene la necesidad de usar silla de ruedas,
bastones, muletas o con dificultades para caminar tenga los pasamanos adecuados,
la rampa preparada, el ancho del pasillo o la puerta del ascensor con las
medidas apropiadas para poder entrar en el edificio.”
¿Que
se deberá tener en cuenta? |
Entradas
a los edificios |
Todos
los desniveles contarán, además de la escalera con rampa o medios
alternativos de elevación como ascensores o montasillas. |
Escaleras |
Máximo
12 alzadas corridas. Señalización táctil en el solado de los
rellenos y descansos. |
Escalones |
No
se los admitirá en coincidencia con el umbral de las puertas |
Rampas |
Ancho
mínimo 1 metro. |
Ascensores |
Para
los dos primeros 1, 10 metros de ancho x 1,30 de profundidad
(cabina). Los edificios de más de 25 metros con 6 ocupantes por
piso funcional, contarán con ascensor camillero de 1,30 x 2,05
metros |
Escaleras
principales |
Estarán
provistas de pasamanos a ambos lados. Los descansos en escaleras en
tramo recto y desarrollo lineal tendrán una profundidad mínima de
1,25 metros cuando se trate de escaleras con giros entre 90º y 180º.
Ancho mínimo de 1,20 metros (1,10 metros en lotes de 8,66 metros de
frente) |
Escaleras
interiores |
Ancho
mínimo de 0,90 metros |
Pasillos
en áreas comunes |
Ancho
mínimo de 1,20 metros (1,10 metros en lotes de 8,66 metros de
frente), con ensanches de 1,50 x 1,50 metros. |
Pasillos
interiores |
Ancho
mínimo 1 metro. |
Puertas |
Interiores:
ancho mínimo de 0,80 metros |
Baños
y cocinas |
Ancho
de paso mínimo: 0,80 metros. Lado mínimo de 1,50 metros. Lado mínimo
baño principal o único: 1,50 metros, a excepción de viviendas de
interés social con panel sanitario |
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La
oposición
Si
bien nadie tiene dudas sobre la importancia de esta ley, en la mayor parte de
los consorcios, en el corto o largo plazo, tal cual surja de la reglamentación,
se deberán realizar algunas obras que afectarán los ya castigados bolsillos de
los propietarios. Probablemente algunas obras serán más sencillas y
económicas que otras. Pero, en algunos casos, los vecinos tendrán que
colaborar activamente para realizar aquellas modificaciones indispensables que
exijan un mayor compromiso económico. En este sentido el Sr. Raúl Guinzburg,
que sufre de una discapacidad motriz, se quejó diciendo que: "hay
resistencia de algunos consorcistas... ”
Es
entendible que en una economía recesiva, en un país que atraviesa una profunda
crisis, haya ciertas resistencia ha realizar determinados gastos por más
importantes que sean pero según nos contaba la arquitecta Williams "hay
algunos (consorcistas) que dicen que una rampa es antiestética o que le arruina
el palier o que baja la categoría del edificio”. Ella
recomienda no olvidarse que tiene que haber como un pensar que no somos todos
iguales, que debe haber un respeto al diferente, que por ahí no todos tienen
las mismas capacidades, pero que seguramente la mayoría de nosotros, cuando
llegue a viejo, va a tener estos problemas.
El
papel del administrador en este nuevo emprendimiento será de una relevancia
trascendental. Aquellos previsores que ya cuenten con fondos de reservas
tendrán, tal vez, menos inconvenientes. Otros podrán explicar a los
propietarios los alcances de la nueva ley, las reformas a realizar e implementar
una estrategia para hacer las modificaciones de forma tal que no desequilibre el
bolsillo de sus administrados. Por supuesto, todo esto luego de la
reglamentación y de que se sepa que se preverá para aquellos edificios existentes que
no estén en un todo alineado con el espíritu de la nueva ley.
La
arquitecta Williams, con respecto a la oposición que enfrenta la nueva ley,
comentó que: “los estudios de arquitectura si viene un inversionista y le
dicen yo con esta plata quiero hacer tantos metros cuadrados por ahí tendrán
que hacer menos unidades de vivienda porque hay que darle más superficie a los
espacios comunes".
Según
el matutino Clarín los principales detractores a la nueva Ley de Accesibilidad
son la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y el Consejo Profesional de
Ingeniería Civil (CPIC).
En
declaraciones a ese medio la prosecretaria Cristina Fernández, de SCA, argumentó
que: "este aumento del espacio común, al reducir el metraje destinado a
la venta, va a tener como consecuencia que se deje de construir porque no va a
ser rentable". Por otra parte el representante de (CPIC), Sr Héctor
Scokin, consejero titular, fue más lejos y declaró al mismo medio que "si
los beneficiarios no llegan a ser el 2% de la población, puede no ser lógico
que las exigencias se apliquen al 100% de la construcción"
Lo
ya construido
Sobre
lo ya construido y el impacto económico por el que atravesarán los edificios
de la Ciudad de Buenos Aires el Sr. Guinzburg aclaró que: "va a ser una
adaptabilidad, no una accesibilidad. Es decir se adapta en lo que ya está hecho,
no va a ser una accesibilidad física completa, va a ser parcial”. Por
su parte la arquitecta Williams agregó su opinión diciendo que: "es
lo mejor que se pudo conseguir... después (va a ver que) ver cómo se va a
preparar (la) gente que sepa asesorar sobre esto y que la reglamentación prevea
alguna manera de control y seguimiento” .
Sobre
el tema de control y seguimiento el Sr. Guinzburg no fue muy optimista: “Todas
las leyes de la Ciudad de Buenos Aires son relativas, no se cumplen. Es decir si
la ley nacional de discapacidad 22.341 donde habla de accesibilidad (es) del año
81 y estamos en el 2002 y no se ha cumplido, pienso que ésta, en su totalidad, no
se va a cumplir porque no hay órganos de aplicación ni órganos de fiscalización.
Si hubiera control, por lo menos paso a paso, se podría llegar a concretar una
serie de cosas, pero si no existe control no se puede hacer mucho.”
"En
ningún lado hay comodidad. Los baños, por ejemplo, los han hecho para
discapacitados pero los accesorios son los comunes" |
Los
espacios públicos
Cuando
desde Pequeñas Noticias le preguntamos al Sr. Guinzburg sobre la
accesibilidad del edificio del Centro de Gestión Participativo (CGP) donde
colabora en el área de salud nos comentó que “en los edificios públicos
tenemos un 99,99 por ciento de infranqueabilidad. En el CGP una persona
discapacitada con bastones o muletas no puede subir los diez escalones. Yo no
puedo subir esa escalera, no tengo la fuerza suficiente para elevarme, entonces
entrar en el CGP 7 es imposible. He hecho relevamientos en otros CGPs y son
completamente inaccesibles.”
Otra
de las personas consultadas fue el Sr. Pedro J. Lizarralde que es viajante de
comercio y que desde hace mucho tiempo recorre con su esposa los pueblos del
interior de la provincia de Buenos Aires. A raíz de una operación de cadera se
moviliza ayudado por bastones canadienses. Cuando le preguntamos sobre los
inconvenientes a los que se tenía que enfrentar en su labor diaria nos comentó
que en los edificios
públicos de General Las Heras, donde él reside, se puede entrar porque no son
edificios de varias plantas y los escalones para entrar son cómodos y
todo se desarrolla en planta baja. Sólo la Municipalidad tiene uno o dos pisos
a los cuales se puede llegar sólo por una escalera común por la cual cualquier
persona con dificultades motrices no puede acceder.
También
nos contó que no puede subir a un escalón más alto que el cordón
de una vereda y que hay lugares que no lo tienen en cuenta, de ahí
la importancia de las rampas de acceso en las esquinas. Si bien reconoció que
el Banco Provincia de su pueblo no ofrece dificultades de acceso, estuvo en
otros que no tienen absolutamente nada previsto para esos casos.
"
...para de esta manera no quedarnos en el
discurso o en la discusión y dar una respuesta verdadera, y no en carácter
de esperanza para resolver los problemas de todos aquellos que tienen algún
tipo de impedimento." |
Los
supermercado son los que más facilidades ofrecen a los discapacitados motrices.
En algunos hay disponibles sillas eléctricas para desplazarse y casi todos
cuentan con espacio especial para estacionar. Nos contó que sólo en una
estación de servicio los baños cuentan con inodoros altos para personas que,
por razones físicas, deben mantenerse sentados en un ángulo de no más de 90º y que
la mayor parte de los hoteles del interior no tienen absolutamente nada previsto
para pasajeros con movilidad reducida.
El
5 de diciembre del 2002, en el debate previo a la aprobación de la nueva Ley de
Accesibilidad el diputado Atilio Domingo Alimena (Partido Demócrata), que
también es arquitecto, expresó sus dudas sobre la capacidad de la Ciudad de
llevar a buen puerto un proyecto de esta envergadura: "Como
bien sabemos, ni en los espacios públicos, ni en los edificios públicos de la
Ciudad de Buenos Aires se cumple esto (leyes anteriores de accesibilidad);
ni siquiera en este edificio inteligente se han sabido colocar posibilidades de
acceso, porque muchas veces no funcionan, tal como nos ha pasado los otros días
cuando tuvimos un seminario sobre artritis reumatoidea, en donde se nos complicó
la entrada de la gente que tenía algún tipo de impedimento físico, porque lo
que estaba instalado no funcionaba o funcionaba a medias.
Espero
que con la intención de la aprobación de esta ley también se tenga en cuenta
la aprobación del proyecto que oportunamente he presentado, para que en el
Presupuesto del 2003 podamos tener incluidas partidas para su ejecución, por lo
menos, en la mayor cantidad de edificios públicos o espacios públicos de la
Ciudad de Buenos Aires para, de esta manera, no quedarnos en el discurso o en la
discusión y dar una respuesta verdadera, y no en carácter de esperanza para
resolver los problemas de todos aquellos que tienen algún tipo de impedimento."
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