El encargado al poder

La conspiración del SUTERH

El presidente de Fundación Reunión de Administradores (FRA) denunció que el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal viene desarrollando un plan sistemático para desplazar a los administradores en desmedro de las funciones que le son propias beneficiando a los encargados - Agregó además que la actitud política del Secretario General del SUTERH tiene como objetivo principal hacerse dueño de la vida privada de todos los consorcistas.

Cuando invitamos al ex-candidato a Jefe de Gobierno Porteño y presidente de Fundación Reunión de Administradores (FRA) a conversar sobre las relaciones existentes entre los encargados de edificios y los administradores no nos imaginamos la profundidad y la dimensión de un viejo y extendido conflicto que detalló en más de una hora de entrevista con innumerable cantidad de datos y precisiones.

La idea de que podía existir una subterránea puja de poderes entre el poderoso Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH) y las entidades que defienden los intereses de los administradores no era nueva. Ya la habíamos escuchado del mismo administrador Jorge Hernández en su programa de radio semanal y de algunos de sus colegas y profesionales amigos. También habíamos escuchado en innumerables oportunidades los rumores de que una de las organizaciones que defienden los derechos de los administradores de consorcios estaba relacionada de alguna manera con el SUTERH pero nunca habíamos accedido a un testimonio que explicara tan claramente no solo los "por qué" sino también los "para qué".

Aquel día fue una de las rara reuniones del Subcomité de Administración de Propiedad Horizontal en IRAM (donde coincidimos representantes de las más importantes entidades de la comunidad consorcial) que fue tranquila y laboriosa. Tal vez una breve tregua podía llegar a convertirse en una buena oportunidad para proponerle al polémico administrador Hernández una entrevista. El señuelo fue seductor: --"querríamos hablar con vos sobre el SUTERH, los encargados, los administradores y los Santamaría" --le dijimos. Fue más fuerte que él y al finalizar la reunión en IRAM nos propuso el barcito que hay en Av. Belgrano y Perú. Eran pasadas las 12 del mediodía y ya algunos parroquianos estaban almorzando. Nos sentamos en una mesa sobre la amplia ventana que da sobre la avenida y pedimos una gaseosa "light" para él y sendos cafecitos para nosotros. 

En algún momento "soñábamos que el encargado cumpliera aquel mandato del año 49 que fue el primer convenio que hubo. Que se armara una escuela de capacitación en buenos modales, en servicios, en atención, en limpieza..." comenzó explicando Hernández. Completando a continuación "...es decir en las funciones específicas del encargado. Incluso se había puesto como idea enseñarle buenos modales aunque hoy esto parezca una tontería. Lamentablemente la conducción de ese sindicato (el SUTERH) privilegió la parte política y generó [en ellos] la idea que este trabajo de encargado era bastante denigrante". Nos quedamos helados... Todos los testimonios recogidos hablaban de un "cómo" (es decir de qué manera el SUTERH pretendía aumentar su poder político e inclusive económico dentro del sector). Era la primera vez que escuchábamos un "por qué", que sospechamos ningún encargado de edificios iba a desmentir: la sensación subjetiva del trabajador de que su labor no estaría jerarquizada por estar, tal vez, asociada con tareas de servidumbre. Si los encargados de edificios ven su trabajo como denigrante, es natural que lo consideren como un puente obligado hacia tareas más dignas y más jerarquizadas a los ojos de la comunidad. Si fuera verdad esta idea de Hernández de que el encargado de un consorcio entiende que ante los ojos de la sociedad un herrero, un albañil, un carpintero e inclusive un empleado no tienen ningún problema en declarar con orgullo su profesión, las palabras que expresó a continuación tomarían un extraño sentido: "[O sea que el sindicato entendió que al encargado] hay que enseñarle otras cosas. Es decir: [debe] ser transitorio como encargado, ser ocasional [e intentar] dedicarse a la electricidad, plomería, albañilería... ese fue el proyecto inicial pero nunca les enseñaron a limpiar, a mantener la higiene, la vigilancia o a servir. Hoy tenemos casi todos los encargados sin capacitación previa, especifica de su profesión y tenemos, además, encargados huraños de mal humor, que hacen su trabajo a desgano y protestando."

Grito de rebeldía

SUTERH: Instituto Terciario Huergo

Desde la ventana se veía nuestro auto estacionado. A su lado un agente de policía hacía una boleta a un conductor que en segunda fila mostraba sus papeles. El bar estaba lleno del ruidos, de conversaciones y de cubiertos. Un televisor en una esquina mostraba estériles y mudas imágenes que no interesaban a nadie. Hernández con la mirada perdida a través de la ventana desgranaba silenciosos recuerdos. Nosotros aguardamos.

Cuando continuó hablando lo hizo en tono tranquilo, pausado pero firme, convencido y convincente: "estas manifestaciones de hegemonía de poder y de manejo político en la propiedad horizontal se vienen dando sistemáticamente en un proyecto donde el Secretario General [del SUTERH] nunca ha sido encargado y maneja la obra social con una actitud política que tiene como objetivo principal hacerse dueño de la vida privada de todos los consorcistas...

Esta estrategia no se quedó nada más que en eso, sino que empezó a avanzar en la parte inmobiliaria y generaron toda una escuela con cursos de capacitación para operadores inmobiliarios. Hoy es muy común que los inmobiliarios choquen con los encargados. Están afectando otras profesiones... otras competencias....

Primero llegaron a capacitarlos para sacarles trabajo a otros gremios, sacarles trabajo a los inmobiliarios para no hacer lo de ellos. Además aspiró con tres o cuatro intentos a reemplazar la parte administrativa también del consorcio. La figura que venía bien para esto era el "mayordomo del edificio" o "personal con más de una función" pero como ya se había instalado en la sociedad que tenían otras funciones crearon [una nueva que se llamó] "Trabajador Integral del Edificio". Incluso le asignan un suplemento o porcentaje en caso que se capacite en la escuela (únicamente de ellos) para entender los edificios inteligentes (y ahí entra a jugar el tema de los sistemas expertos de computación) para vigilancia, para control de ingresos y también los cálculos adecuados para la parte contable o administrativa."

Por otra parte Hernández amplió su denuncia diciendo que "también limitaron el derecho constitucional de los propietarios al tener o no encargado y contratar, por ejemplo, una empresa de limpieza externa". De no existir esta limitación señaló que la tercerización de la limpieza aparece en el mundo como una posibilidad "más económico y más eficiente en el cuidado de la higiene."
Un administrador y abogado, en otra oportunidad ya nos había comentado que la crisis económica que siguió a la caída de Fernando de la Rúa había dañado seriamente las relaciones entre los encargados y los propietarios, que habían pedido al administrador que le retirara al trabajador los beneficios que recibía (entre ellos las horas extras) con el consiguiente perjuicio económico. Hernández ya al comienzo de la entrevista, había reforzado esta idea expresando que el encargado trabaja "huraño y de mal humor" y amplió sus consecuencias diciendo que "hoy el que le pone límites al encargado no es el propietario, es el administrador. Hoy el propietario le tiene miedo al encargado. [Tiene miedo] que le saque (esconda) las cartas, que le corte algún servicio, que lo "prepotee" porque [cuando el propietario no está] deja [en el consorcio] a sus chicos solos, a su abuela sola..."

Frente a frente

En el bar los ruidos decaían, los empleados habían terminado de almorzar y comenzaban a volver a sus oficinas. Hernández hacía girar distraído su celular entre las manos. Afuera el policía conversaba con el dueño del puesto de garrapiñada: un peso el paquete de almendras y cincuenta centavos los más chicos de maníes.

Según Jorge Hernández el encargado, "transformado en trabajador integral de edificios, va a convertirse además en el administrador del consorcio. Va a liquidar sus propios sueldos, va a regular la actividad en el consorcio, va a priorizar las reparaciones y va a tener el manejo y el control de toda persona que viva en consorcio."

El presidente de FRA construye esta realidad que en sus palabras es "peligrosa" partiendo de un par de premisas que a los ojos de los argentinos no nos parecen descabelladas. Sostiene que por una parte va a existir desidia por parte de los vecinos en tomar el compromiso de participar en sus consorcios y por el otro que los consejos de administración (a los que considera compuestos por "propietarios voluntaristas"), por el año que estarán en el cargo, no se van a dedicar a especializarse dejando todo en manos del encargado sosteniendo "que va a cobrar un suplemento por liquidar su sueldo, pagar las cargas sociales, liquidar las expensas, cobrarlas, contratar los trabajos y va a rendir cuentas a ese consejo de administración que supuestamente lo va a controlar."

Lo que puede surgir como muy grave para el propietario común del análisis que hace el Sr. Hernández, es que a las dificultades conocidas para remover a un administrador (mayorías especiales) pero que no tienen connotaciones económicas se le agregarían las inherentes a las relativas a un empleado en relación de dependencia.

SUTERH: Centro Cultural y Deportivo 2 de Octubre

La situación se podría complicar mucho (de prosperar esta teoría) si se tratara de remover a un encargado por situaciones relacionadas con su desempeño administrativo pero que posee una antigüedad considerable. Se podría entender que no sólo habría que conseguir las dos terceras partes de los propietarios (como establecen algunos reglamentos) sino que también habría que considerar los montos de indemnización (que por estos días es doble), preaviso, vacaciones y aguinaldos proporcionales, etc... lo que en la mayoría de los casos haría impracticable su remoción. Según las palabras del conductor del programa de radio "Reunión de Administradores", "vamos a terminar por tener un encargado en cada edificio que va a ser el dueño de las decisiones de todo el consorcio. El poder de la renovación de la persona a cargo del edificio va a terminar dependiendo de una decisión gremial.”

Cuando llegamos al auto para volver a la oficina, el ticket del parquímetro ya estaba vencido por unos minutos . Lentamente por la Av. Belgrano se acercaba la grúa municipal. Desde adentro de la cabina se veían los flashes de la cámara sacando fotos a los infractores. Arrancamos y nos integramos rápidamente al tráfico porteño.

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