Ascensores
Atrapados
sin salida
Hace
ya dos semanas que los vecinos de Savio III en el barrio de Lugano se
quedaron sin ascensores luego de un accidente donde dos mujeres quedaron
atrapadas entre un 6º y un 7º piso
La torre tiene 22 pisos y fueron afectadas personas que en algunos casos
son de edad avanzada, enfermas o discapacitadas
El edificio fue construido por la Comisión Municipal de la Vivienda de la
Ciudad de Buenos Aires e inexplicablemente sus ascensores nunca fueron
habilitados.
Cuando
las dos mujeres, aquel jueves a la tarde de fines de octubre, quedaron
atrapadas en el ascensor entre el 6º y 7º piso de la Torre 3 de Av.
Cafayate Nº 5.148 en Lugano, no se imaginaron que de esta
forma, y sin querer, abrirían una caja de Pandora que hasta el día de
hoy todavía no pudo ser cerrada. Con la intervención de los bomberos, la
policía y posteriormente personal del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires las vecinas pudieron ser rescatadas sanas y salvas sin mas
consecuencias que un buen susto. Pero los cuatro ascensores de la torre
fueron clausurados.
Este
tema no es menor teniendo en cuenta que habiendo seis departamentos por
piso se encontrarían afectados en mayor o menor medida 132 unidades donde
viven otras tantas familias que representan una población de más de 700
personas de las cuales parte es gente mayor, en algunos casos está
enferma e inclusive algunos son discapacitados.
Ya
cuando el pasado 10 de octubre (2003) las dos vecinas tomaron el ascensor
en el 9º piso sólo dos de los cuatro existentes funcionaban: uno que
paraba en los pisos pares y otro que lo hacía en los impares.
Según el representante de la empresa,
que se ocupaba del mantenimiento de las máquinas hasta el día del
accidente, se habría caído el
contrapeso, disparando inmediatamente el "paracaídas", uno de
los mecanismos de seguridad de que dispone impidiendo que la cabina cayera
con consecuencias fatales para sus ocupantes.
Semana
a semana... día tras día...
Margarita,
una vecina del 15º, piso contó a Pequeñas Noticias lo que fue
para ella el comienzo de su drama: "en ese segundo y en ese mismo
ascensor yo había subido. En seguida lo pidieron, una chica del 13º y
otra del 7º. Esta última cuando lo tomó, cerró las puertas y entonces
se quedaron entre el 6º y el 7º. Se quedaron ahí... Se cayó el
ascensor. No sabe el ruido que hizo...!!!", nos contó con angustia a
pesar del tiempo transcurrido del hecho. Aparentemente el problema de
tener que subir los 15 pisos a pie recién tendría un principio de
solución, con la habilitación de un ascensor, a mediados de esta semana.
Sra.
Margarita:
"Yo tengo 77 años, no soy una nena para subir y bajar 15
pisos. Es una locura. Y como yo hay otras personas que están
enfermas del corazón, enfermos de muchas cosas que no pueden subir
y bajar. ¿Si tienen que ir al médico...? Aquí hay gente
discapacitada que está en silla de ruedas..."
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Su
marido Enrique está enfermo, tiene una insuficiencia en los
pulmones que lo hace depender de una botellón de oxigeno que lleva
permanentemente junto a él en un carrito especial.
-¿Cómo
hace todos los días? -preguntó Pequeñas Noticias.
-Saco
la lengua. Primero tengo que llevar a mi esposo que está con oxígeno.
Cuando tenemos que ir al médico o a cualquier lado yo tengo que subir con
él, con su mochila y el oxígeno. Tengo
que salir a hacer las compras como toda la gente. Como todos los que
estamos aquí viviendo. Aquí hay gente enferma. En el 22º por ejemplo,
hay una señora con cáncer, otra con no sé que cosa, pero problemas
graves... -nos contó Margarita, agregando a continuación- yo tengo 77
años, no soy una nena para subir y bajar 15 pisos. Es una locura. Y como
yo, otras personas enfermas del corazón, enfermos de muchas cosas, que no
pueden subir y bajar. ¿Si tienen que ir al médico?. Aquí hay gente
discapacitada que está en silla de ruedas...
El
paracaídas
El
representante de la empresa conservadora,
que hasta el momento del siniestro se ocupó de mantener las máquinas del
edificio, comentó a Pequeñas Noticias que tenían entendido que
al ascensor siniestrado se le había cortado el contrapeso y que
inmediatamente habían funcionado los sistemas de seguridad,
específicamente el paracaídas, que evitaron que la cabina cayeran a la
planta baja dejándolo trabado entre el 6º y el 7º piso.
El
entrevistado hizo notar que los ascensores de ese edificio de la Comisión
Municipal de la Vivienda (CMV) no contaban (de una forma que parece
inexplicable) con su correspondiente habilitación aunque sí con el
"Libro de Ascensores" reglamentario y que aunque allí dejaban
registrado todas las reparaciones y observaciones, que según sus técnicos
hacían falta para que el edificio pudiera contar con un correcto servicio
de transporte vertical, no eran atendidas.
De
todas formas las cosas no eran tan sencillas porque el edificio mantenía
con su empresa desde el año pasado una deuda que estimó en más de 10
mil pesos lo que consideró que le producía un fuerte daño no sólo en
el aspecto comercial sino también afectando su buen nombre al no poder
realizar regularmente todos los trabajos necesarios para su correcto
funcionamiento.
Días
antes del siniestro la empresa, según sus dichos, "casi como una
gauchada", teniendo en cuenta la deuda que el consorcio mantenía con
él, había hecho reparaciones en la máquina y aunque había dejado
asentadas recomendaciones para continuar con los trabajos, no fueron
atendidos. Consideró que el corte del cable fue un hecho
"fortuito" que no estaba relacionado con los trabajos realizados
anteriormente pero que gracias a su exigencia de mantener en condiciones
los sistemas de seguridad el hecho no pasó a mayores aclarando que de
haber existido alguna víctima en el accidente su empresa habría podido
quedar "bastante mal parada".
¿Y
la plata?
La
pregunta obligada que surge a continuación es por qué un consorcio de
132 unidades no está en condiciones de pagarle regularmente a una empresa
para que se ocupe de mantener sus cuatro ascensores.
Buscando
respuesta a esta inquietud, Pequeñas Noticias se acercó al Sr.
Héctor Constantino, administrador de la torre de la Av. Cafayate que
comenzó explicando a este medio que en ese edificio (Savio 3ª etapa)
ningún ascensor está habilitado, aclarando que según su entender
tampoco estarían habilitados los de Soldati ni ninguno de los
últimos barrios construidos por la Comisión Municipal de la Vivienda.
El
administrador Constantino explico que "lo único que han hecho [la
CMV] es un trámite de inicio de habilitación que me permitió a mí en
su momento poder sacar el libro de conservador de ascensores. Pero es como
que hicieron lo mínimo indispensable para sacar el libro y no terminaron
con la tramitación. Incluso creo que no está el final de obra... y
aparte el 80% de los departamentos están sin escriturar."
A
la pregunta que se le efectuó sobre el por qué de la abultada deuda que
el consorcio mantendría con la empresa conservadora de ascensores aclaró
que "yo no puedo ejecutar a la persona que debe las expensas. Tengo
una morosidad del 75%. Tengo que hacerle juicio a la CMV para cobrarle las
expensas."
Adm.
Héctor Constantino: "Ningún
ascensor está habilitado del Barrio Savio 3º etapa, ni de Soldati,
en ninguno de los últimos barrios que construyó la CMV en los
últimos 10 años... Lo único que han hecho es un trámite de
inicio de habilitación que me permitió a mí en su momento poder
sacar el libro de conservador de ascensores, pero es como que
hicieron lo mínimo indispensable para sacar el libro y no
terminaron con la tramitación. Incluso creo que no está el final
de obra y aparte el 80% de los departamentos está sin
escriturar..."
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De
la conversación con el administrador surgió una situación de una
complejidad singular. El estima, como su número más optimista, que el 68%
de las unidades del edificio adjudicadas no están escrituradas y por lo
tanto la CMV figura como titular del dominio en el Registro de la
Propiedad a la hora de iniciar juicios por cobro de expensas. Esta
situación lo obliga a tener que realizar las demandas contra la CMV por
el cobro de las expensas adeudadas por los adjudicatarios morosos pero con
la complicación que, según los resultados de los sorteos, la mayoría de
las veces esos juicios se terminan dirimiendo en los juzgados en lo
Contencioso Administrativo de la misma Ciudad de Buenos Aires y, en sus
palabras, "el Juez es municipal y va a dirimir entre un litigio entre
la Municipalidad y el consorcio... Es un sorteo pero la mayoría de las
veces toca en estos juzgados y por juicios de expensas yo no puedo recusar
al Juez. Y el juicio termina apelando, apelando y apelando... Tengo
juicios que llevan 5 años ya...."
La
campana que toca en la ciudad
El
Sr. Horacio Ramos, funcionario de la CMV, disiente con el Adm.
Héctor Constantino asegurando que sólo el 32% no estarían escrituradas
asegurando con respecto al pago de expensas atrasadas que "la CMV
cuando da un departamento en tenencia precaria o como sea, el responsable
de pagar las expensas es el tenedor. En el caso de que no pague, la CMV
tampoco puede pagar sino tiene un juicio de por medio. Se le dice a los
administradores que inicien el juicio porque con el juicio nosotros
tenemos un argumento legal para pagar lo que ellos [los morosos] no han
pagado y eso se habla siempre. No es que la CMV no paga, nosotros no
tenemos marco legal porque hay un contrato...
Por
eso se hizo el plan de refinanciar deudas. Pero además, fuera del tema,
hay muchos que son propietarios y que deben y ellos [los administradores]
no inician el juicio tampoco. No es que todos los que deben son de la
CMV..."
Según
el Sr. Horacio Ramos el procedimiento es justo al revés de lo que
sostiene el administrador de Savio III. El sostiene que el administrador
tiene que iniciarle juicio por expensas al ocupante: "[las unidades
que no están escrituradas] en su mayoría son comodatos, tienen tenencia
precaria o distintas maneras de tenencia donde por contrato la persona que
recibe el beneficio tiene que hacerse cargo del pago de expensas porque el
consorcio es privado, no es de la CMV. [Si
no paga las expensas] el consorcio le tienen que hacer un juicio a él, y
a su vez el juicio termina rebotando para la CMV y la CMV tiene una razón
para pagar. Si no, yo estoy poniendo dinero en una propiedad que está
usufructuando una persona con un contrato. Es como si vos estuvieras
alquilando un departamento y le pidas que pague las expensas al Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires."
Sin
embargo el Adm. Constantino afirma que ese boleto precario "es una
cuestión más moral que legal porque llegado el caso, yo pido un
certificado de dominio para iniciar el juicio por expensas y me salta que
el titular es la CMV. No le puedo hacer juicio al ocupante.
Yo
para hacer un juicio cualquiera por expensas tengo que pedir un
certificado de dominico y en el Registro de la Propiedad salta que esas
unidades funcionales son de las CMV si no tienen escritura. Entonces [el
juicio] se lo tengo que hacer a la CMV.
Yo
he cobrado juicios a la CMV en estos últimos años, dos o tres juicios, y
después de otros 5 o 6 años de otra administración que ya los había
iniciado. [La CMV] apeló, apeló, hasta que pagó."
Por
otra parte el administrador se pregunta por qué "la CMV no hace
absolutamente nada con la gente a la que le pagó el juicio por
expensas." afirmando que "no hace absolutamente nada contra el
locatario, no sé por qué no hace nada, [será] por una cuestión
política. A mí [la CMV luego de perder el juicio] me pagan las expensas
y no hacen absolutamente nada contra el locatario [deudor]. Y la gente que
paga y está al día, lo que quiere es que, no solo pague el juicio la CMV
sino que ponga a otro que empiece a pagar las expensas
regularmente..."
Este
tema es central porque de no resolverse la cobranza regular de las
expensas, aunque la Ciudad de Buenos Aires repare los ascensores y los
habilite, en poco tiempo volverán a representar una fuente de conflicto
por falta de mantenimiento producto de la carencia de recursos
económicos.
El
Adm. de Savio III se quejó a Pequeñas Noticias que "la CMV
no hace que la gente se haga cargo de las expensas aunque la CMV pague el
juicio. No le dice al ocupante moroso "empezá a pagar las expensas a
partir de ahora porque si no te saco". Yo he cobrado hasta dos
juicios de la misma persona y ni siquiera lo intiman, lo llaman o lo
aprietan para que pague las expensas. Entonces la gente que está al día
se siente mortificada y totalmente desprotegida, porque está pagando más
que por obligación, por voluntad y por obligación moral." Rematando
a continuación su idea aclara que "hay 50 personas de 136 que
mantienen el edificio."
Lo
pasado pisado
Ante
la pregunta de por qué la Ciudad de Buenos Aires se permitía construir
edificios con ascensores que no se habilitaban el Sr. Horacio Ramos, en
nombre de la CMV, confesó que "ese es otro tema que se viene
arrastrando desde que la CMV es CMV. Han cambiado muchas administraciones
en la CMV y en la gestión de la Ciudad de Buenos Aires y hubo distintas
reglamentaciones... Había normas que no se cumplieron cuando la Ciudad
era Municipalidad y otras que [no] se cumplieron cuando era Gobierno de la
Ciudad. Todos los distintos cambios en las normas, habilitaciones y demás
hacen que todos los edificios de la CMV estén en distintas
situaciones."
En
cuanto a las medidas que se van a implementar para regularizar los
ascensores de las viviendas dependientes de la CMV explicó que "se
acaba de firmar un convenio con la Universidad de Buenos Aires (UBA) para
hacer una revisión integral y una propuesta para que, una vez terminado
eso, la Facultad de Ingeniería de la UBA deje todos los ascensores en
condiciones y pueda entregarlos habilitados a los consorcios."
Sin
embargo no pudo evitar quejarse de la falta de cuidado que se tiene con
los recursos de la Ciudad explicando que "por ejemplo en Lugano, se
gastaron 88 mil pesos en un ascensor, se lo habilitó y todo y a la semana
estaba roto... En Lugano 1 y 2 había un ascensor que se dejó funcionando
en su momento y hoy ahí hay un kiosquito..."
Rematando
el concepto exclamó: "¡¡¡ Nosotros somos el pato de la boda...
Rompan todo total paga la CMV...!!!
El
futuro inmediato
Sr.
César Bianchi: "Se
cambiaron todas las partes de seguridad, todo lo necesario como para
no tener problemas y que no vuelva a causar lo que pasó antes. Nos
quedaría en la semana, espero que se cumpla el día lunes o martes
(24 ó 25/11/2003), largar un ascensor para el uso público.
..."
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En
este momento la reparación y puesta a punto de los cuatro ascensores de
Savio III está a cargo de la empresa Ascensores Bianchi cuyo
representante el Sr. César Bianchi aclaró a Pequeñas Noticias
que se está trabajando en la reparación de los cuatro ascensores y que
se están fabricando todas las piezas que faltan. Expresó que ya
tendrían un ascensor en condiciones "de poder largarlo pero va a
venir una inspección y tenemos que cumplir con la reglamentación".
De todos modos espera que en estos días pueda ponerlo en funcionamiento
"para que la gente lo tenga".
En
una comunicación telefónica con Pequeñas Noticias detalló que
"se cambiaron todas las partes de seguridad, todo lo necesario como
para no tener problemas y que no vuelva a causar lo que pasó antes. Nos
quedaría en la semana, espero que se cumpla el día lunes o martes (24 ó
25/11/2003), largar un ascensor para uso del público.
Tratamos
de hacer todo lo posible. Ahora están colocando la puerta nueva de la
cabina como para que quede un poco más estético y recién mañana nos
terminan de traer una botonera nueva porque la que había estaba bastante
desmantelada. Hay cosas que tardaron en entregarnos. Nosotros recibimos
una obra y todo el mundo está apurado por este tipo de cosas pero esto es
así, hay cosas que hay que hacer y yo no soy el fabricante como para
poder hacerlo de un día para el otro. Son cosas que se van comprando, uno
hace la botonera, otro hace cabinas, entonces estamos a la espera de las
otras cosas que faltaban como para poder complementar el [ascensor] Nº
4."
Con
respecto a quién se hará cargo de los gastos de la puesta a punto de los
cuatro ascensores de la Torre Savio III aclaró que "estamos con un
contrato, obviamente a firmar, con la CMV. El consorcio no tiene nada que
ver. El consorcio no está en condiciones de afrontar una reparación de
este tipo."
Mientras
tanto Margarita cada vez que necesita hacer alguna compra en el almacén
del barrio tiene que bajar y subir, con sus 77 años, 15 pisos.
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