La
interpretación de un personaje facilita la desinhibición y rompe
el esquema rígido de seducción. |
Nueva York
Sexo seguro
[BPN-08/08/12]
En Estados Unidos, una pareja fue atacada por una "casa
inteligente" mientras realizaba juegos sexuales de rol en la
intimidad de su dormitorio. Se trató de Walter y Jessica Daylis,
dos neoyorquinos que habían alquilado una casa que contaba con un
sofisticado sistema automático de seguridad.
El ofensiva
comenzó cuando la mujer –para sorprender a su pareja- se puso una
máscara negra e ingresó al dormitorio del departamento. El software
del sistema de seguridad de este hogar digital identificó la situación
como la intromisión de un delincuente y mientras alertaba a la policía
emanó gases somníferos sobre los "malhechores" para que no se
escaparan.
Cuando llegó
la policía local la pareja todavía estaba inconsciente y debieron ser
hospitalizados. Según fuentes locales, los médicos que atendieron a
Walter y Jessica aseguraron que sus vidas corrieron un serio riesgo porque
estuvieron muy cerca de que sus organismos no pudieran sobreponerse a los
efectos de la asfixia.
Tras su
recuperación se inició una investigación para esclarecer las razones de
la activación errónea del sistema de seguridad y la responsabilidad que
podría caberle a la empresa encargada de brindar el servicio.
Los juegos de
rol
Según Wikipedia
los juegos de rol sexuales son prácticas consensuadas en las que se
interpreta un papel durante el encuentro sexual para evocar fantasías o
como escenario de una relación de intercambio erótico de poder (Erotic
Power Exchange - EPE).
Los roles más
comunes y conocidos son el profesor y la alumna, el oficial de policía o
carcelero y la prisionera, el jardinero (o el muchacho de limpieza de la
piscina) y la dueña de casa, la mucama de un hotel y el huésped, etc.
Según el
sitio de Internet Sexualidad de 10 el hecho de interpretar un
personaje facilita la desinhibición, rompe el esquema rígido de
seducción y amplía el tiempo de la "previa", tan valorado por
muchas mujeres. También ofrece a la pareja la posibilidad de cambiar de
escenarios y de dotar de recursos eróticos –como pueden ser los
disfraces o las máscaras- al que regularmente no solía llevar la
iniciativa.
Por otra parte
aclara que el único requisito es la libertad y que el personaje nunca
llegue a dominar a la persona, sino que sea un complemento más del
placer. En el código de complicidad de ambos debe prevalecer el respeto y
consensuar algún tipo de alternativa para poder parar la representación
si a uno de los dos le incomoda
|