Protagonistas
Su majestad el
propietario
El pasado 24 de
septiembre (2004) el Dr. Eduardo Awad anunció en una charla interactiva
que organizó en el Centro General San Martín que creará una nueva
entidad para la defensa de los consorcistas
En el evento contó con el apoyo de la Sra. Sandra González y el Dr.
Osvaldo Riopedre de ADECUA
El Dr. Awad le contó a Pequeñas Noticias por qué sintió que debía
embarcarse en este nuevo proyecto, cuáles son sus objetivos y qué opina
sobre el nuevo proyecto de un Colegio Público de Administradores de
Consorcios en la Ciudad de Bs. As.
PN:
¿Qué lo lleva a crear una nueva asociación de propietarios?
Dr. Eduardo
Awad: Surge de tener contacto diariamente con los consorcistas ya sea
a través del estudio, de los medios donde yo trabajo, mi página web y
los llamados telefónicos. De esa forma veo la necesidad que tiene la
gente de informarse de estas cosas de la propiedad horizontal y de estar
asesorada.
Lamentablemente
en estudios privados la consulta tiene un costo alto y no es para todos.
Creo que no hay lugares en donde por un costo mucho más bajo se pueda
obtener el mismo asesoramiento que en uno privado. Por otra parte hay
lugares, que a lo mejor, disfrazados de cámaras o asociaciones
teóricamente asesoran al consorcista pero por mi experiencia mucha gente
que ha ido a asesorarse en estos lugares luego tienen que recurrir a un
estudio privado para resolver los problemas que allí mismo les crearon.
PN:
Doctor ustedes desde la nueva asociación que
están creando... ¿tienen en vista modificar nuestra Ley 13.512 o
impulsar algún otro proyecto?
Dr.
Eduardo Awad: La 13.512 es una vieja ley pero todavía tiene
mucha fuerza, muchos la critican y dicen que ya está obsoleta, etc.
Está vieja pero es como esos viejos que todavía tienen mucha
polenta como para seguir para adelante, la ley todavía está fuerte,
la ley todavía impera y todavía legisla un montón de aspectos de
la propiedad horizontal, la gran mayoría, necesita alguien que la
remoce un poco, alguien que la refresque un poco pero no se crea que
los cambios que necesitan son tan profundos. No está descartado
dentro de lo que es la asociación que haya gente que trabaje, tanto
en la posibilidad de modificar las leyes actuales como de crear
otras. Esto está pensado pero no es el objetivo fundamental de la
asociación.
|
Entonces mi
idea es ser una asociación que agrupe a los consorcistas y que los
consorcistas tengan derecho a ser asesorados por profesionales idóneos en
el tema y que a lo mejor no le creen problemas nuevos sino que le
solucionen los problemas que tienen por los cuales ellos tuvieron que ir.
Además de ser
una necesidad para los consorcistas creo que la asociación también va a
tener otro motivo de existencia como ser el de agrupar a la mayor cantidad
posible de consorcistas tanto de Capital como de Gran Buenos Aires y del
interior porque queremos que esta asociación tenga una personería
gremial y pueda intervenir en forma directa en la negociación de los
futuros convenios colectivos de trabajo, o sea de la gente y de los
trabajadores de la propiedad horizontal.
Ya es más que
conocido lo que sucedió con la última negociación del último convenio
colectivo de trabajo que entre representaciones de sectores que nada
tienen que ver con los consorcistas arreglaron que los consorcistas le
paguen un aumento de salario a la gente que trabaja en la propiedad
horizontal.
El aumento,
como siempre digo, es muy bienvenido porque un sector [el de los encargados de
edificios] logró aumentar su salario pero creo que fue en un momento
inoportuno porque el resto de los trabajadores, que son quienes pagan el
salario de los encargados, de los ayudantes, de los suplentes, de los
garajistas, -en su mayoría- no recibieron ningún aumento de salario. Por
eso lo veo inoportuno en cuanto al tiempo que se decidió ese aumento y lo
veo también inexacto toda vez que el Ministerio de Trabajo homologó tal
negociación -sabiendo que los consorcistas que son quienes en definitiva
van a pagar esos aumentos- no fueron consultados y sin embargo se
homologó. Para que esto no vuelva a ocurrir vamos a tratar que esta
asociación tenga una personería gremial.
También vamos
a brindarles a los consorcistas una serie de beneficios sociales: además
del asesoramiento jurídico vamos a brindarle asesoramiento contable,
vamos a brindarle posibilidades de hacer turismo de forma accesible para
muchos bolsillos que hoy a lo mejor no tienen acceso aunque todo esto
será posible si tienen éxito las negociaciones que tenemos pensado
hacer con determinados sectores.
PN:
¿Cuál va a hacer la relación de ustedes con
las demás entidades de propietarios?
Dr.
Eduardo Awad: La asociación que nosotros vamos a crear va a
estar abierta al diálogo que nos proponga cualquiera de las demás
asociaciones que ya están creadas e inclusive vamos a propiciar el
diálogo con esas entidades. Incluso ya me han llamado alguno de los
directores de alguna de esas asociaciones para tener unas charlas
previas. Las hemos tenido y hemos quedado a su disposición. Estamos
abiertos a todas las ideas que repercutan o tengan que ver con el
beneficio del consorcista porque para eso se ha creado esta
asociación, para que el consorcista se vea beneficiado, se sienta
realmente amparado. Lo digo porque tengo contacto diario con los
consorcistas que se sienten desamparado y que si no desembolsan un
suma de dinero no pueden obtener una defensa, un acompañamiento
para que se les respeten sus derechos. |
Hasta tengo -y
esto en forma personal quiero trabajar para hacerlo, no tiene nada que ver
con lo jurídico pero digamos que todo está concatenado porque todo está
unido- ganas que esta asociación tenga un grupo de autoayuda. Porque hay
mucha gente que está muy angustiada por las cosas que le pasan en su
consorcio y me consultan llorando. Se ve que tienen muchísima angustia o
porque los vecinos, sus pares, no atienden sus reclamos o les pesa la
impotencia de no poder frenar lo que ellos saben que sucede en el edificio
por culpa del administrador, del encargado, de las típicas camarillas y
grupos que se forman en los consorcios en contra de determinados sectores
o personas.
Esto genera
una angustia muy fuerte entre mucha gente que no tiene a donde ir para
buscar una ayuda. Seguramente este grupo de autoayuda estará coordinado
por algún profesional relacionado con la p sicología. Pienso que le va a
hacer muy bien a mucha gente y por eso creo que
la asociación hasta va a contar con eso.
El Colegio
Público de Administradores
PN: ¿Qué
opina sobre el proyecto de un Colegio Público de Administradores para la
Ciudad de Buenos Aires que confeccionó la Fundación AIPH[1]
y motoriza el legislador Daniel Santilli?
Dr. Eduardo
Awad: Vamos a ser claro porque estoy leyendo muchas cosas que se dicen
sobre el Colegio Público de Administradores. Para que haya una
colegiación obligatoria para poder ejercer, tiene que estar el Estado
exigiéndola y esa colegiación tiene que ser en cuanto a una profesión
que tenga un título oficial, habilitante y el Estado debe prohibir al
resto de la población ejercer esa determinada profesión si no tiene el
título habilitante. No cualquiera puede ejercer la profesión de abogado,
médico, ingenieros.
No conozco las
intenciones -salvo las que se dan a conocer a través del proyecto mismo-
y no tengo por qué dudar que son las únicas que tiene esta gente, pero
evidentemente es muy atractivo los montos que se mueven en el mundo de la
propiedad horizontal. Puede haber personas que estén interesadas en
administrar, en manejar esos grandes volúmenes de dinero a través de una
u otra entidad.
La
mirada profesional
El
sentimiento de impotencia por
la Lic. Silvia Mashta
Un
propietario que paga sus expensas, que ha podido llegar a obtener
con trabajo y esfuerzo un lugar que ve deteriorarse a través de
meses y meses y siente que no es escuchado en su afán de repararlo,
que su reclamo es desestimado o postergado y ve ante sus ojos correr
favoritismos e injusticias, ¿cómo se siente?.
Cualquier
persona que no se sienta debidamente escuchada en su demanda, se
angustia. Este sentimiento puede ir desde la frustración, la bronca
y prosperar hasta un estado de indefensión y desamparo por parte de
figuras que para ellos tienen la posibilidad de protegerlos y velar
por sus intereses, ya que con anterioridad le habrían confiado un
mandato para que así lo hicieren.
La
angustia devenida en estos casos puede ser tan grande, como así
también la sensación de desamparo, que se podría llegar a sufrir
alteraciones orgánicas (psicosomáticas) ya que nuestro cuerpo
puede responder de esta manera cuando una tensión nos desborda más
allá de lo que podemos tolerar.
Una
demanda a otro, justificada o no, es siempre un deseo de atención
y, cuando no prospera en su respuesta, la persona se siente
empobrecida, disminuida, devienen sentimientos de impotencia.
La
impotencia es un sentimiento subjetivo que surge en mí en relación
a otro, el otro demandado, que a mis ojos es quien "puede"
satisfacer mis demandas, por ende es un otro potenciado, capaz de
llevar a cabo lo que yo no puedo. Es decir, que al sentirme
"impotente" estoy otorgándole potencia a ese otro y,
aunque lo critique, lo elevo.
Podemos
deducir entonces que dichas situaciones posicionan a la gente en un
lugar de humillación. Estos sentimientos se conectan con
situaciones de la vida en las que también se estuvo en la misma
condición y que forma parte de nuestra más absoluta intimidad.
Esto nos llevaría a encerrarnos en nosotros mismos bajo la creencia
de que esto solo nos pasa a nosotros y que sería más humillante
aún comunicarlo a los otros (los que en realidad estarían en las
mismas condiciones que nosotros).
Es
recomendable, entonces, salir de esa soledad y aislamiento nada
constructivos, con la convicción de que a los demás les suceden
situaciones comunes a nosotros.
Solo
la unión y la participación reflexiva entre pares destierra el
sentimiento de impotencia, aún cuando alguien sienta que eso no le
está pasando ahora, porque es necesario entender que se debe
participar como forma de prevención y defensa ante el surgimiento
probable de estas cuestiones, considerando que todos somos falibles.
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La
Lic. Silvia L. Mashta (MN 3278) es psicóloga y se desempeña
en el Hospital. Teodoro Álvarez en las especialidades de
"Enfermedades psicosomáticas" y de "Niños,
adolescentes y familia". Es socia fundadora de la
institución "Nueva Fuente" en la cual se desempeña
como docente, supervisora e investigadora sobre enfermedades
psicosomáticas. Para cualquier consulta se la puede llamar al
teléfono 4431-5630. |
No sé la
intención, le vuelvo a repetir, de toda la gente que está trabajando en
esto. No dudo de la buena intención, pero este, sigo insistiendo, es el
patrimonio de cada persona amparado por la Constitución Nacional.
Entonces... ¿por qué me van a decir a mí que no puedo entregar mi
patrimonio para que lo administre una u otra persona?
El ojo del
amo...
PN: Doctor,
parece ser que en estos últimos meses una administradora grande con cerca
de 100 consorcios cerró sus puertas y dejó un tendal. Ud. debe conocer
mejor que nadie cómo funcionan estas cosas: hay aportes y contribuciones
impagas, en algunos casos haberes impagos, proveedores que se presentan
con facturas impagas, toda una situación que está conmoviendo a muchas
familias. Decimos que uno tiene derecho a designar a una persona de
confianza para manejar su patrimonio, pero... ¿cómo se la frena en el
abuso de
esa confianza?
Dr. Eduardo
Awad: Con un buen control del mismo dueño del dinero que esta gente
administra. Si usted pone una persona y la deja hacer sin controlarlo, esta persona puede ser muy honesta y administrar perfectamente bien los
bienes. Pero puede tener algún tipo de problema o actitud que a lo mejor
no esté del todo reñida con esa honestidad o con esa rectitud con la
cual debe administrar, puede cometer una negligencia, esa impericia o lo
que fuera con un buen control ejercido por sus mandantes, en el caso del
administrador de consorcios, a través de un buen consejo de
administración es suficiente, nada mejor que el dueño de sus propios
bienes para controlar a quien se lo está administrando.
Por eso un
Colegio de administradores no va a hacer más que castigar con una
determinada sanción, por ejemplo a ese administrador que usted dice que
cerró sus puertas y dejó un tendal de consorcios. El dinero... ¿quién
se lo va a devolver a esos consorcios? Nadie. Entonces si nosotros
utilizamos nuestra energía en hacer que la gente de esos 100 consorcios
entienda que tienen que formar buenos consejos de administración,
reunirse mensualmente con el administrador, ver los papeles de la
administración y la primera vez que se niega a mostrar un papel,
removerlo.
Si logramos
que la gente tome conciencia de eso, va a ser un control estricto y muy
eficaz, mucho mejor que el de cualquier colegio de administradores que se
cree.
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[1]
Administradores Independientes de Propiedad Horizontal
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