Dos meses
antes del fallecimiento del fundador y anterior presidente por veintisiete
años, Sr. Enrique Wainfeld, su colaboradora durante los últimos
quince años, la Sra. Noemí Beatriz Caracciolo, ya se había puesto
al frente de la institución.
"Lamentablemente
él estuvo bastante complicado con sus pulmones y empecé a tomar el cargo
en su lugar provisoriamente hasta que fallece el 20 de septiembre de
este año (2004) y por estatuto quedé como presidenta de la
asociación", comentó a Pequeñas Noticias durante la entrevista que
le concedió en la sede de la entidad en la calle Lavalle 1569, 2º piso,
oficina 228.
Como principal
tarea se propuso intensificar la comunicación con sus representados:
"yo empecé a tomar las cosas de otra manera. Hacer otras cosas para
el inquilino tratando de lograr con él un diálogo más fluido y entre
otras cosas comenzamos a realizar una reunión mensual con distintos
asociados para ver qué otras cosas nuevas están surgiendo"
La Sra.
Caracciolo acusa a los intermediarios de generar problemas entre los
inquilinos y los propietarios y se propuso como objetivo acercar a las
partes, por medio de su asociación, para que puedan llegar a un acuerdo
beneficioso en forma directa.
Entre los
proyectos futuros de AIRA está gestionar créditos con tasas más bajas
para aquellos que "realmente tienen un sueldo bajo" y así solucionar los problemas que pudieran tener pendientes con el Fondo
Nacional de la Vivienda (FONAVI). Por otra parte también
propone que esta entidad "se haga cargo de ese pequeño arancel que
ellos pueden pagar".
La flamante
presidenta de AIRA denunció que el mayor problema que están afrontando
en este momento los inquilinos está causado por la cláusula que permite
repactar cada seis meses el monto del alquiler. Aclara que la ley 25.561
no lo permite pero los locadores la incluyen y los locatarios por
desconocimiento la aceptan. También se quejó de que los aumentos que se
reclaman no son ni del 5 ni del 10 por ciento sino del 40 y 50 por ciento.
Según Noemí
Caracciolo este abuso tiene su origen en la falta de oferta inmobiliaria
con destino a alquiler y la creciente demanda.
En relación a
los consorcios expresó que el inquilino, en una situación ideal, debería
tener voz y voto en las asambleas de sus edificios y de no ser así, por lo
menos, que se le permita expresar sus opiniones dado que es el que paga las
expensas ordinarias.
Ante la
pregunta puntual de Pequeñas Noticias sobre si el inquilino puede
ayudar a controlar la gestión de los administradores contestó que piensa
que sí porque a su entender "el inquilino va a pelear más que el
dueño. El dueño no pelea porque el inquilino va y le paga..."